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¿Cuál es la diferencia entre el politiquero y el empresario que hace política, cuando este tiene acciones similares a la manera tradicional de hacer política que es hablando mal del otro?

Disfrazados de empresarios y son grandes Politiqueros
El 2019 es un año electoral en el que se eligen gobernadores, alcaldes, diputados, concejales y ediles; sin embargo, cuando los ciudadanos se refieren a los políticos los llaman politiqueros, esto es causado por las decepciones que han generado quienes fueron elegidos para ocupar cargos en la administración pública y les incumplieron a los ciudadanos.
Es importante aclarar que el político debe ser político, no politiquero. Sin embargo, en nuestro país se ha desfigurado el concepto del político, en top of mind (lo primero que está en la mente de las personas) cuando hablamos del político es sinónimo de corrupción, de mal manejo administrativo, de mafias que usan la política para robar.
Pese a ello, cuando vamos a la esencia y al significado de la palabra política encontramos que es “el arte de gobernar” por ende el político debe tener la habilidad para gobernar con transparencia, para gerenciar los recursos del Estado haciendo del municipio, departamento o nación, una empresa pública con superávit; no como están muchas entidades del país, endeudados por los malos manejos que le han dado los pésimos administradores de alcaldías, gobernaciones y de la Presidencia de la República.
Por tal razón, quien desee hacer política debe tener el espíritu de un político en su esencia, es decir, una persona con la capacidad de servirle a sus electores, con el espíritu trabajador de ser capaz de cumplir con la responsabilidad con la cual fue electo.
En un año electoral donde las maquinarias y los políticos tradicionales quieren tomar el poder, es natural que el pueblo desee que surjan nuevos liderazgos que logren representar los intereses de la comunidad y ver en el político un agente de cambio que permita transformar los municipios, ciudades, departamentos y la nación.
Y ante la necesidad de un líder que logre cambiar el rumbo de la política lejos de la corrupción y de la forma tradicional de gobernar, surgen nuevos perfiles que se lanzan al ruedo electoral proclamándose como la solución que requiere el departamento o el municipio en el que vivimos
Y como la gente está cansada del político tradicional, entonces saltan al escenario de elección popular personas con el perfil de empresarios y algunos de estos dicen ser diferentes, tener ideas que generan desarrollo, poseer en su cerebro el as bajo la manga para generar alternativas que impulsen hacia un verdadero cambio. No obstante, ciertos empresarios que quieren incursionar en la política atacan a quienes ellos denominan politiqueros.
Sin embargo, antes de denominar quien es líder o quien no, es importante observar la coherencia entre el discurso y sus acciones y, a partir de ello, saber si es un empresario que desea incursionar en la política o es otro politiquero que ha hecho empresa y usa su imagen comercial para distraer al elector y engañarlos con perfiles falsos.
Aquellos que se hacen llamar “empresarios” que incursionan en la política deben mostrar un pensamiento visionario, con ideas y proyectos con viabilidad y factibilidad, no aquel que usa su posición de empresario para hacer campaña denigrando de sus colegas (políticos).
Lastimosamente, en nuestro país en los últimos años, las campañas políticas se han encargado de esto, quien logre mostrar la peor versión del contrincante político, usando las redes sociales para difamar del buen nombre del candidato al cargo de elección popular. Incluso en las pasadas elecciones vimos como candidatos al senado conocidos como empresarios en la política no tenemos que dar nombres pero ustedes saben quiénes fueron, contrataron publicidad en Facebook para hablar mal de otros candidatos.
Al ver este tipo de acciones, surgen varias preguntas: ¿Esta es la forma correcta de persuadir al elector? ¿Cuál es la diferencia entre el politiquero y el empresario que hace política, cuando este tiene acciones similares a la manera tradicional de hacer política que es hablando mal del otro?
La forma correcta de persuadir al elector y convencerlo que es la mejor opción debe ser con propuesta realizables, el debate tiene que estar encaminado a cuestionar cómo impulsar el desarrollo, la forma más adecuada de hacer más competitiva al Cauca y sus municipios, donde la gente tenga oportunidades, el Estado llegue a la gente y el elector -que en esencia es el ciudadano de pie- observe en el político un servidor público que soluciona las problemáticas sociales, que llega a las comunidades con promesas cumplidas y no que solo se acuerda de ellos cada cuatro años, cuando llega el periodo de elecciones, sino todo lo contrario, durante los cuatro años de gobierno trabajó en pro de mejorar la calidad de vida de las personas que habitan los municipios y los departamentos.