En Estados Unidos, donde ahora vive, Francisco Barbosa está entregado de lleno a su rol de académico, el que desempeñaba antes de ser consejero presidencial para los Derechos Humanos y Asuntos Internacionales del Gobierno de Iván Duque y fiscal general de la Nación. Dicen que el que tuvo, retuvo, por eso, mientras enseña, debate y escribe un libro sobre sus memorias, sigue con atención lo que pasa en el vecindario y, con genuino interés, analiza la situación de Colombia.
En su balance de los dos años, el Gobierno Petro sale rajado, en tanto el país se debate entre la incertidumbre, la inoperancia y hasta la tristeza, como si padeciera un “lupus institucional” que lo conduce a un colapso. Asegura que las regiones serán definitivas para encauzar el rumbo del país de cara a las elecciones de 2026, pero reconoce que se hace imprescindible un acuerdo entre partidos con flexibilidad política, pero sin tener en cuenta a los sectores petristas.