Estalló la alarma para la Selección Colombia en la Copa América Centenario. El brazo izquierdo, de James Rodriguez, en el que llevaba el brazalete del gran capitán que es, soportó el peso de la caída. Salió dolorido, quejándose, manifestando una molestia interna que le debió doler a todo el país.
“James estuvo haciendo un trabajo especial de fisioterapia en la zona del trauma, la del hombro izquierdo”. Desde la Federación Colombiana no hubo pronunciamiento, se dijo que el jugador ha tenido mucho dolor en la zona afectada.James Rodríguez se puso el viernes la camiseta de Colombia –esta vez, la azul– y lideró, como suele hacerlo, el juego del equipo nacional. Anotó el segundo gol del triunfo contra Estados Unidos, en un cobro impecable de tiro penalti. James debió entusiasmarse, pues luego de una temporada de poca –por no decir nula– relevancia en el Real Madrid, estaba de regreso a la Selección, lo que siempre lo motiva, más en una Copa América. El debut era perfecto: triunfo contra el anfitrión y tres puntos vitales para la ilusión de Colombia. Pero James no terminó el partido, se fue lesionado, y ese fue el drama que empañó la victoria.
El jugador sería sometido a pruebas médicas para determinar la gravedad de la lesión. La incertidumbre es enorme, pues el martes Colombia enfrenta a Paraguay. Si el diagnóstico es negativo, sería una baja de mucha sensibilidad para el juego y para el esquema táctico de la Selección. Pueda ser que no. Pueda ser que James, tal como hizo esfuerzos para regresar a la cancha, logre continuar.