En barrios , tiendas , discotecas , entre otros, las pantallas gigantes y el alto volumen estuvieron a la orden del día, así mismo en el centros comercial Campanario donde la gente acudió en familia para celebrar un nuevo triunfo del seleccionado colombiano de fútbol, que sigue invicto dando la alegría que en estos días tanto necesita la patria.
La Selección Colombia volvió a regalarles una alegría a sus aficionados tras lograr en juego confirmando que están en la semifinal de la Copa América. Con este resultado, los dirigidos por el entrenador Néstor Lorenzo obtuvieron la clasificación a la siguiente fase.
Los nuestros salieron con todo, sin exceso de confianza, sin ver por encima del hombro a Panamá, y rápidamente supieron sortear el juego recio y cortado que propuso el adversario. Los canaleros, con una línea de cinco defensas y otra de cuatro volantes, pretendían cerrarle los caminos a James y su combo. Además minaron las rutas con pierna fuerte y uno que otro codazo como el que recibió Luis Díaz, a quien le hicieron sangrar la nariz iniciando el juego.
Sin embargo, Colombia usó el que ha sido su abrelatas en esta Copa América: el juego aéreo. Jhon Córdoba, quien se adueñó de la titular con todos los méritos, puso su frente ante un cobro venenoso de James en un córner y rompió el celofán al minuto 8.
Cuatro minutos después, el mismo Córdoba recibió una pelota por izquierda tras una jugada que intentaba Lucho Díaz, avanzó y pisó el área. La pelota se le iba larga, pero el atacante la rescató y anticipó al guardameta Orlando Mosquera, quien le cometió claro penalti.
James se paró en el punto blanco del penal y ejecutó arriba y a la izquierda del cancerbero, que se lanzó a su derecha.
Ya en el minuto 40, después de una leve reacción panameña con más fuerza y juego rudo que otra cosa (solo hubo riesgo en un test
arazo que pegó en el palo), James se avivó en el cobro de una pelota quieta y dejó mano a mano a Luis Díaz con el portero, a través de un largo y exacto pase. El guajiro no desaprovechó y resolvió con lo que los europeos llaman una ‘vaselina’. En términos más sudamericanos, ‘bañó al arquero’.
Un 3-0 claro y contundente que sentenció el juego y sepultó las aspiraciones de los panameños, que en el segundo tiempo se mantuvieron en su estilo brusco y al límite del reglamento para tratar de controlar a los habilidosos de Colombia. No había más argumentos futbolísticos que el juego físico para intentar equiparar la superioridad que había en la cancha.
Néstor Lorenzo notó que ya el segundo período era de trámite y que había que pensar en la semifinal, y empezó a sacar a piezas clave como Díaz y Arias para evitar lesiones.
Cuando los nuevos se estaban acomodando, Richard Ríos tomó una pelota suelta y disparó un balazo que infló la red antes de que Maurizio Mariani sancionara penalti contra Daniel Muñoz en la jugada previa. Parecía que el árbitro italiano había anulado el gol y señalado la falta sobre el lateral derecho, pero estaba dando norma de ventaja.
Miguel Borja, en la agonía del compromiso, ejecutando un penalti en la agonía
Ya con cinco jugadores salidos del banco, Colombia siguió controlando el juego y abriendo el ‘Canal de Panamá’. Miguel Borja, en la agonía del compromiso, con un nítido penalti en otra atropellada acción de la zaga canalera, esta vez ante Santiago Arias, selló el baile, la mano de fútbol vistoso y alegre, que permite una victoria alentadora y seguir soñando con el premio grande.
Lo que si es claro que el Punto de encuentro para compartir el Futbol con la familia y amigos es el Centro Campanario no te pierdas de las diferentes actividades que se vive y recuerda que es el primer centro comercial de Popayán, y punto de encuentro familiar, de entretenimiento y sector comercial para la ciudad y el Cauca. Por eso estás ¡Primero en mi corazón!