En el podcast Más allá del silencio, del periodista Rafael Poveda, fue entrevistado alias Tony, que reveló cómo Jaime Garzón fue hasta la cárcel La Modelo de Bogotá para hablar con Ángel Gaitán Mahecha y Miguel Arroyave, piezas clave en el paramilitarismo colombiano y cercanos a Carlos Castaño. El objetivo del humorista era convencerlos de que no lo mataran. Ambos tenían fuertes influencias en ese centro penitenciario.
“Jaime Garzón averiguó cuando ya supo que había una orden de matarlo y sabía que había una persona que lo podía ayudar, que era Ángel Gaitán Mahecha. Él busca la entrada a La Modelo y, en un primer momento, Ángel lo recibió muy mal, le dijo que era un guerrillero, que se estaba lucrando de los secuestros en Cundinamarca y Meta. Jaime lo hace ver que estaba mal y Ángel empieza a mediar con los paramilitares para frenar la orden de asesinarlo”, señaló alias Tony.
Un detalle importante relevó alias Tony: el nombre de un funcionario de una entidad estatal cuya versión sobre Jaime Garzón habría llevado a las AUC a tomar acciones en contra del humorista.
“La información que les llegó al comando conformado por Castaño fue dada por José Miguel Narváez, quien era subdirector del DAS, de que había dos personas cercanas a la guerrilla, quienes eran Jaime y Piedad Córdoba. Jaime logra hablar con Ángel y se empieza un proceso para frenar la orden. Garzón va a la Modelo a hablar con Castaño y él le dice que tiene que irse del país o esconderse en Colombia mientras devuelve la factura, que es el contrato para matar y ya se había regado en tres oficinas criminales de Medellín, por lo que no era tan fácil parar esa orden por la comunicación”.
Al final, “Tony” señaló que Castaño lamentó la muerte de Garzón por haberla considerado un error por parte de la organización. Algunas faltas de precauciones por parte de Garzón habrían terminado, según el entrevistado, en el trágico evento que tuvo lugar en Teusaquillo el 13 de agosto de 1999.
Garzón: 25 años de su muerte
Jaime Garzón, también abogado y periodista, fue tiroteado en Bogotá el 13 de agosto de 1999 por sicarios bajo órdenes del entonces jefe de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), Carlos Castaño, con la complicidad de agentes del Estado, entre ellos José Miguel Narváez, en la época subdirector del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), la policía secreta.
Garzón, en ese entonces de 39 años, se había hecho famoso con ‘¡Quac! El Noticero’, un programa televisivo de sátira política en el que con un agudo sentido del humor criticaba al Gobierno, los políticos, la corrupción y todo lo malo del país.
Se hizo tan popular que fue buscado varias veces para mediar en la liberación de secuestrados por la guerrilla de las FARC, por lo cual se ganó el rótulo de “izquierdista” en un país dominado por la derecha.
“Más que un hombre de izquierda, Jaime fue realmente un demócrata en el sentido amplio de la palabra y lo que eso significa”, dice en una entrevista con EFE Alfredo Garzón.
El dolor por la pérdida de su hermano no nubla la razón de Alfredo, quien tiene claro que mediante la sátira política y los múltiples personajes a los que Jaime dio vida dejó un legado que, un cuarto de siglo después, sigue presente especialmente entre los jóvenes.
“He estado por todas partes en Colombia y se encuentra uno cantidades de grupos culturales, grupos de teatro, e incluso, en varias universidades tienen cátedra ‘Jaime Garzón’, organizada por estudiantes”, explica Alfredo, quien subraya que “en muchos casos es gente que no conoció a Jaime”.
En medio de las turbulencias actuales, Alfredo Garzón también destaca que uno de los legados es que los jóvenes se concientizan de que deben tomar “las riendas de su destino y del destino del país”.
Se emociona cuando recuerda que la juventud ha entendido la importancia de “asumir responsabilidad política porque eso tiene que ver con todos, con el país”.
“Los jóvenes deben participar en la organización de la sociedad que quieren, de la sociedad que sueñan. Yo diría que eso es, 25 años después (del asesinato), un legado muy valioso de Jaime que la juventud tomó”, asegura.