Cuando alguien se convierte a Jesús muchos de sus «amigos» están pendientes de cualquier impase en su vida para decirle: «Tu, desde que estás en esa iglesia estás *salado*, nada te sale bien».
_REFLEXIONEMOS:_ NO LOS ESCUCHES. La única persona que fue realmente salada fue la mujer de Lot, quien por ver hacia atrás en la destrucción de Sodoma y Gomorra, quedó convertida en estatua de sal.
Nunca estar en Cristo será motivo de «mala suerte», ya que todas las cosas, por estar en Él, nos ayudan a bien.
Vivir una vida «de malas» sería para aquellas personas que miran hacia atrás para regresar al mundo, eso si sería vivir una vida como estatua de sal, pues vivir sin Jesús es estar perdido.
La suerte no existe, cada cual labra su camino, y cuando te vienen esos momentos buenos en la vida (no es suerte) es la bendición de Dios para ti, entonces alguien me pregunta: qué pasa cuando llegan esos momentos duros cuando uno siente que está salado?
Es Dios que nos está probando y está formando nuestro carácter…
Dios nos prueba como se prueba el oro, (por el fuego).
NOTA: Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.
Hebreos 10:39
Su Pastor Carlos Alberto Diaz C.A.D