En aras de atender esta situación, el Gobierno trabaja en el desarrollo de un programa de asistencia económica y acompañamiento para los menores afectados, que busca se convierta en una política pública.
Con más de 202.900 muertes, desde el principio de la pandemia en marzo de 2020, la población peruana ha sufrido profundos estragos a causa del Covid-19.
Este país de 33 millones de habitantes tiene la mayor tasa de mortalidad en el mundo, con 6.122 fallecidos por millón de habitantes, según un balance de la agencia de prensa AFP basado en cifras oficiales.
Pero en Perú, el impacto de las muertes por Covid-19 se vive con especial crudeza entre las decenas de miles de niños y niñas que se han quedado sin un padre, una madre o un cuidador.
El Gobierno peruano indicó el jueves 6 de enero que la pandemia había dejado miles de huérfanos, un récord mundial para Perú, que ya declaró la llegada de una nueva ola de la pandemia y los primeros casos de la variante Ómicron.
«Nuestro país lamentablemente es el país con casi 98.000 niños que perdieron a su padre, madre o cuidador durante la pandemia», dijo la ministra de la Mujer, Anahí Durand, en base a cifras difundidas por la revista médica ‘The Lancet’.
«Tenemos el triste récord de ser el país del mundo con mayor cantidad de niños que han perdido un padre, una madre», agregó.
Gobierno busca más ayudas para los menores
Durand indicó que actualmente el Ministerio ha venido entregando una pensión de 200 soles (unos 50 dólares) mensuales que beneficia a más de 18.000 familias.
Sin embargo, la ministra indicó que es necesario ampliar considerablemente el alcance de este beneficio con una ley que pueda proveer recursos a todos los menores que perdieron a sus padres o tutores durante la pandemia, además de asegurarles acompañamiento psicológico y educativo.
Sergio Tejada, el director ejecutivo del programa integral nacional para el bienestar familiar de Perú, indicó que este proyecto de ley ya se ha presentado al Congreso de la República.
«Esperamos que pueda llegar en algún momento a 85.000 niños y niñas y adolescentes, y que funcione este modelo de acompañamiento», explicó.
Más allá de la pandemia, Tejada también informó que el Gobierno espera hacer de este programa algo permanente.
El objetivo a largo plazo sería ampliar estas ayudas a otras causales (accidentes de tránsito, enfermedades…) e implementar un modelo más general de protección del Estado a toda la niñez.