Junior superó, dominó y pudo golear al conjunto escarlata, pero no acertó en la definición, el árbitro Wílmar Roldán anuló mal un gol de Teófilo Gutiérrez y Éder Castañeda, con un cabezazo en medio de una salida en falso de Sebastián Viera, consiguió el empate 2-2 que forzó a la definición por tiros desde el punto penal, donde se impusieron los visitantes 4-2.
Fue una derrota tan inesperada como inmerecida. Los tiburones ganaban 2-1 con amplia superioridad, tenían contra las cuerdas a los ‘Diablos Rojos’, le pegaban como y cuando querían, tocaban a su antojo, lo tenían grogui, pero faltó el golpe de gracia para dejarlo en la lona.
La tribuna festejaba y gritaba presintiendo el segundo tanto, pero América, en la única vía que podía ofrecer algún peligro, la pelota quieta, encontró un sorpresivo empate.
La definición desde los doce pasos y los dos penales atajados por Carlos Bejarano le dieron vida en la Liga y extinción a los Tiburones. Del sueño del triplete se pasó a este final infeliz de lograr una estrella mas en fútbol Colombiano