Aunque se ha determinado que fumar más de cinco porros a la semana es perjudicial, hay grupos poblacionales a los que puede ser perjudicial el consumo de cualquier cantidad de cannabis. Por ejemplo, quienes tienen menos de 21 años, embarazadas, mujeres lactantes y pacientes con problemas cardíacos, respiratorios o quienes tienen psicosis, depresión, trastorno bipolar, ansiedad u adicción.
Lo anterior, según un grupo coordinado por profesionales del Clínic-IDIBAPS, entre los que están Mercè Balcells, quien se encarga de la Unidad de conductas adictivas de Clínic Barcelona, Hugo López, jefe del grupo de Adicciones de IDIBAPS y vicepresidente de Socidrogalcohol, Laura Nuño, psicóloga clínica y Clara Oliveras, psiquiatra e investigadoras del mismo grupo.
El dos porciento de la población mundial consume a diario cannabis, lo que la posiciona como una de las drogas más consumidas, junto con el tabaco, el alcohol y la cocaína.
Lo anterior, debido a que en algunos casos se usan sus propiedades terapéuticas para reducir el dolor crónico y por sus efectos antiinflamatorios. De igual forma, se administra, en ocasiones, a pacientes que reciben quimioterapia, pero bajo un estricto control médico ya que el consumo frecuente de cannabis comprende un riego alto para la salud.
Por otro lado, también se han reportado cifras altas de consumo de THC, una sustancia, que por el contrario, solo genera efectos psicóticos, tergiversa la percepción de la realidad y produce adicción. Así, el informe del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones de 2021 indica que uno de cada 10 individuos entre 15 y 64 años consumió marihuana y estuvo expuesto a los efectos del THC en el último año.
Asimismo, el consumo del cannabis puede afectar el proceso cognitivo, según The Journal of Psychopharmacology. Debido a que se genera un deseo constante de consumo y disrupción de actividades cotidianas que terminan por generar una alteración en la salud. También se demostró que el consumo afecta de forma negativa las «funciones ejecutivas», que son procesos mentales que incluyen el pensamiento flexible.
Por ende, la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas de España realizó un informe en el que se incluyeron a 26.334 personas y se obtuvo como resultado que el cannabis es la sustancia ilegal con mayor prevalencia de consumo.
De tal forma, el 40,9 por ciento había consumido cannabis alguna vez en la vida, el 10,6 por ciento en los últimos 12 meses, el 8,6 por ciento en el último mes. En los últimos años el consumo ocasional parece estable, pero el consumo diario se ha incrementado al citado 2,8% en 2022 desde el 1,7% existente en 2007.
Al comparar esta con otras drogas consumidas en el último año, se evidencia que la más consumida es el alcohol con 76.4 por ciento, le sigue el tabaco con 39 por ciento y los hipnosedantes con el 13.1, luego están el cannabis con 10.6 y con 2.4 la cocaína.
En consecuencia, es preocupante que un 15 por ciento de la población adulta (entre 15 y 65 años) considere que el consumo de cannabis no perjudica la salud. Esto, sustentado en fuentes de información poco fiables o que tienen intereses comerciales, lo que dificulta que la población tenga acceso a mensajes de salud basados en evidencia científica.
COLUMNISTA INVITADO
Sleyder Castilla Montesino