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Hijos de por medio, problemas de pareja

Foto de pareja con un hijo que es de uno de ellos de una relación pasada

Cuando se pronuncia esta frase se crea un abismo difícil de superar para quien tiene en sus manos la decisión. Es un planteamiento que excluye innecesariamente a la pareja o a los hijos.

La realidad de la sociedad contemporánea presenta nuevas formas de familia y, por eso mismo, nuevos retos para tener relaciones sanas. Los estudiosos de los fenómenos sociales han redefinido el concepto de familia como un grupo de personas unidas por lazos de afecto, cuidado y protección, aunque no vivan bajo el mismo techo y no tengan lazos de consanguinidad.

Hay familias monoparentales (con un solo padre o madre cabeza de familia), unipersonales (personas que viven solas), hermanos que viven juntos, parejas sin hijos, parejas del mismo sexo y una larga posibilidad de nuevas formas de familia que los expertos aseguran pueden llegar ser veinte modelos distintos.

Entre estos se encuentran las familias simultáneas, que se presentan cuando ambos cónyuges tienen hijos de otras relaciones y luego tienen los propios; o cuando solo uno de los cónyuges tiene hijos de relaciones anteriores. Son especialmente estos modelos de familia los que les exigen a los adultos una gran claridad para tomar decisiones, distribuir el tiempo de manera equilibrada y no caer en el chantaje o el abandono emocional de la pareja o de los hijos.

Parejas con hijos de relaciones pasadas: ¿cómo enfrentar la situación?

Presión constante

Claudia es ejecutiva de una empresa nacional y está casada con Jorge. Él tiene dos hijas, una de 12 años y otra de 16 de su anterior matrimonio y, a pesar de que es sicólogo y una persona bastante equilibrada en sus relaciones interpersonales, a veces siente que se complica la relación entre sus hijas y su actual esposa porque las niñas son bastante demandantes y Claudia, por su parte, es inamdura. Todo esto pone a prueba su capacidad para identificar chantajes y arbitrariedades.

Los reclamos de Claudia tienen relación con que Jorge cede a la manipulación de las hijas de él con su anterior esposa. Por ejemplo: son reiteradas las situaciones en las que este cancela sin tiempo compromisos previamente adquiridos por atender solicitudes de sus hijas que no son urgentes. Frente a esto, la sicóloga Chiquinquirá Blandón asegura que la culpa por la separación es uno de los factores que más complican las nuevas relaciones de pareja.

Ella asegura que mientras los padres o madres de familia separados no hayan elaborado bien su proceso de ruptura afectiva y no hayan redefinido su dinámica de cercanía y comunicación con sus hijos, el cuándo y el cómo se encuentran, no están listos para comprometerse en una nueva relación. La presencia de una nueva pareja podría, incluso, complicar un panorama no resuelto y ya de por sí complejo.

Bajo esta perspectiva se vuelve a un principio universal de las relaciones de pareja: para establecer una relación afectiva sana se necesitan dos seres humanos que, si bien no son perfectos, son conscientes y responsables de sus actos y buscan una pareja para ser pares, es decir, para compartir la vida con sus retos y logros, no para que los “carguen”, los reemplacen en sus obligaciones o para subsanar carencias.

Fuente: Chiquinquirá Blandón, sicóloga.

Puntos de partida para una buena relación con los hijos de la pareja

  1. Entiende que hay lugar para todos. El escenario de los hijos no es el mismo que el de la pareja porque son dos tipos de amor y de vinculación afectiva que perfectamente pueden coexistir.
  2. Respeta las decisiones de la pareja. Se debe prestar mucha atención a la manera como el padre o la madre de familia, es decir tu pareja, se relaciona con sus hijos. Esta faceta de la vida va a acompañarlos como pareja durante muchos años y puede animarlos a seguir adelante o a tomar distancia.
  3. Ellos no necesitan una nueva madre o un nuevo padre. No asumas de buenas a primeras el papel de padre o madre de los hijos de tu pareja ni permitas que te lo atribuyan. Ellos ya tienen figuras de autoridad y las relaciones de cariño que se puedan desarrollar toman tiempo.
  4. Comparte, no te entrometas. Conservar los límites es un principio que, al aplicarse en doble vía, va creando un estilo de relación donde todos pueden sentirse cómodos, tanto los hijos de tu pareja como tú. Respeta los espacios y los programas que hagan, también para ellos es importante estar a solas.
  5. Abstente de hacer juicios. Cada familia es un mundo y los hijos de tu pareja tienen una dinámica preestablecida. Aprende a observar y, si tienes comentarios, manifiéstaselos con prudencia a tu pareja en el momento indicado, nunca delante de sus hijos.por Andrés Felipe Salgado Céspedes
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