Ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) y la Registraduría, las directivas del partido de la U solicitaron la realización de una consulta popular a los ciudadanos para que se pronuncien sobre el proceso de La Habana.
La decisión obedece a un posible ‘plan B’, a fin de tener la garantía y la certeza de que de todas maneras habrá consulta popular para los ciudadanos y se respetará el derecho final de cada uno a tomar una decisión sobre el proceso de paz, en caso que en la Corte Constitucional tumbe el plebiscito para la paz
“La decisión del partido ha sido siempre respetar y hacer respetar el derecho de cada colombiano de ir a las urnas y que tengan la última palabra sobre el proceso de paz”, afirmó el senador Roy Barreras, codirector de la U.
Aseguró también que, “la consulta popular solicitada al CNE y a la Registraduría se enmarcaría en los mecanismos de participación ciudadana a los que tienen derecho los partidos políticos una vez al año y, por lo tanto, no tendría umbral mínimo de participación”.
Los pros y los contras
Como se recordará, el Gobierno Nacional optó por apoyar una reforma de la figura del plebiscito, que, a juicio del Ejecutivo, hace más flexibles sus parámetros y, por lo tanto, la puesta en marcha. Esta figura, contemplada en la Constitución de 1991, requiere de un umbral del 13 por ciento del censo electoral para que este mecanismo sea válido.
Sin embargo, este mecanismo debe ser examinado en menos de dos meses por la Corte Constitucional. El alto tribunal tendrá que decidir si ese umbral de aprobación que se estableció es válido, si este es el mecanismo idóneo para refrendar la paz, si fue constitucional omitir un umbral de participación y si los efectos de dicho plebiscito son o no vinculantes, entre otros puntos de debate.
Los tiempos son cortos, sobre todo cuando las negociaciones en La Habana avanzan a toda máquina, por lo que la consulta popular podría ser la otra vía para que el presidente Juan Manuel Santos cumpla su compromiso de darle voz a los colombianos para aprobar los acuerdos de paz con las FARC.
Sobre si esta petición de una consulta popular sobre el proceso de La Habana es un plan B, por si el plebiscito por la paz no supera su revisión en la Corte Constitucional, Barreras dijo que es más bien un salvavidas. “Cuando usted se sube en una lancha con su familia, de paseo, sabe que la lancha no se va a hundir, sobre todo si usted la construyó, pero eso no lo exime de ponerse un chaleco salvavidas”, dijo.