Tras la crisis energética derivada del Fenómeno de El Niño, es inaudito que hasta hoy el Gobierno Nacional este tomando medidas correctivas. Hoy quiero reiterar mi inconformismo ante esta situación, pues desde el año pasado se venía diciendo que no iba a ver racionamiento, que ya se estaban tomando las medidas necesarias e incluso el fin de semana se reiteró a los colombianos que todo estaba bajo control; situación contraria al último anuncio realizado por la Compañía Expertos en Mercados (XM).
El reporte más reciente de esta firma estableció que los embalses del país están en el 28,27%, casi dos puntos por debajo del último informe de la semana pasada, cuando el nivel de los embalses no superaba el 30%. Se prevé que para el mes de abril, el nivel de los embalses estará por debajo del 18%.
A raíz de todo esto que está pasando, me surge un gran interrogante ¿Que paso con la Comisión de Regulación de energía y gas (CREG)? si ellos son los encargados de alertar sobre los problemas energéticos en el país. Es inaceptable un racionamiento energético cuando por más de 10 años los colombianos hemos pagado un Cargo por Confiabilidad equivalente a más de 25 billones de pesos, con el fin de evitar una situación de racionamiento.
Si bien es cierto que el 70 % del consumo de energía del país se hace en los hogares y pequeños comerciantes, la suspensión traería una seria afectación para el crecimiento económico, es decir que vamos a tener que ahorrar sí o sí, situación injustificable, cuando ni siquiera existe una entidad del estado que supervise y controle los recursos que los colombianos hemos aportado a través del concepto de confiabilidad.
Por último cabe resaltar que la energía constituye uno de los ejes centrales para el desarrollo y en vista de la continuidad de esta problemática, insisto a todos los órganos de control y entes reguladores, en especial al Gobierno Nacional a que no sigan ocultado la gravedad que existe en el parque térmico, y que se gestionen verdaderos mecanismos y acciones positivas para lograr la eficiencia.
Columna de Mauricio Aguilar Hurtado, Senador de la República