La medicina familiar es la única especialidad médica que no surgió de los adelantos de la ciencia o de la tecnología sino de la presión de las necesidades sociales de la comunidad y del estado.
En el siglo XIX las personas de escasos recursos eran atendidas por personajes no médicos: los famosos teguas o curanderos, los médicos más capacitados sólo prestaban servicios a los pacientes pudientes y los de clase media eran atendidos por médicos generales, estos eran médicos cercanos a la población, consejeros y líderes sociales, cada familia tenía su propio médico lo que permitía llevar la continuidad de la atención que es la filosofía de la Medicina Familiar.
Debemos recordar al famoso médico de cabecera que surgió en el periodo comprendido entre la revolución francesa y la revolución Industrial que no sólo era un médico general que iba a las casas de los pacientes sino que además era el amigo y apoyo de todos, profesional de alta calificación que se hacía cargo de los problemas de salud de las familias y actuaba como consejero hasta en los temas educacionales y matrimoniales, estos desaparecieron con la implementación de la ley 100.
Desde 1910 en Estados Unidos la Medicina Familiar pierde espacio ante las especialidades y subespecialidades pero reverdece en los años 60 al igual que en Canadá, Reino Unido y Cuba entre otros, en nuestro país comienza el desarrollo de programas en las facultades de medicina en los 80s pero sólo hasta ahora se abren importantes cupos de posgrado en esta área.
La medicina familiar llamada también Medicina de Familia es la especialidad médica responsable de la implementación de la Atención Primaria en Salud, que se entiende como la atención continua e integral a las personas y a su núcleo familiar desde la infancia hasta la vejez con el objetivo de promover la salud y prevenir la enfermedad, la cual se establece en Colombia en la Política de Atención Integral en Salud del Ministerio y que obedece al mandato de la ley 1438 de 2011 de la cual fui coautor y coordinador de ponentes.
El médico de cabecera y el médico familiar difieren en que este último es un especialista que se forma durante tres años y que tiene los conocimientos clínicos, epidemiológicos y comunitarios necesarios para prestar la mejor atención dando un diagnóstico temprano y un tratamiento oportuno. El médico familiar es un médico clínico que tiene el entrenamiento para ser altamente competente, identificando el riesgo de la patología a tratar y actuar para modificar el curso de la enfermedad y prevenir posibles complicaciones.
El objetivo además es que pueda resolver por lo menos el 90% de las enfermedades que evalúe y su atención se centra en el individuo pero inserto en su entorno familiar y comunitario.
La medicina familiar trae grandes ventajas y cualidades: es más cercana a las personas y comunidades, permite mayor interrelación entre el médico y el paciente, tiene un efecto determinante positivo en la salud pública y privada, remite sólo lo necesario a niveles de mayor complejidad, hay mayor resolutividad, se descongestiona los servicios de urgencias y las especialidades y permite que haya mayor humanismo y respeto por el paciente.
Colombia necesita preparar en los próximos años a 5.000 médicos especialistas de los cuales por lo menos 2.000 en Medicina Familiar para cumplir con el objetivo de tener una política pública en APS, que nos permita disminuir la morbimortalidad infantil, el embarazo adolescencial, la mortalidad de las gestantes y actuar sobre las enfermedades que producen el mayor número de muertes en los adultos mayores como son la hipertensión y la diabetes.
Para lograr esto se necesita la apertura de más programas de posgrado, romper el tabú de que es una especialidad de segunda categoría y que se les reconozca a los profesionales el pago en igualdad de condiciones.
Se requiere mayor voluntad del gobierno y de los demás actores del sistema para consolidar un sistema de salud donde lo más importante sea el paciente.
Por: Hólger Horacio Díaz Hernández