La apuesta del ‘uribismo’ para recuperar la presidencia en las próximas elecciones es obviamente Óscar Iván Zuluaga. Un hombre que ha sido fiel, no solo a la persona del Presidente Álvaro Uribe, sino también al ‘uribismo’, esa filosofía que tanto ha conquistado a los colombianos desde el 2002. Sin embargo la fórmula presidencial debe ir robustecida y que mejor que con un ala conservadora que garantice el triunfo en primera vuelta.
La candidatura de Zuluaga está más que cantada. Independiente de que haya consultas internas o populares, él pondrá sin duda su nombre nuevamente a consideración de un partido que lo ve como su cofundador. Un hombre de provincia a quien le robaron las elecciones en una segunda vuelta llena de denuncias y con las mentiras de un hacker que pensó hacerse a la lujosa vida de exiliado en USA, perjudicando a un hombre decente.
Medios de comunicación recientemente publicaron una encuesta de posibles perfiles presidenciales, la cual -desde la parte cualitativa- no contó que Vargas Lleras será castigado por querer ser el bendecido por Santos. No quiero imaginar el descalabro electoral apenas salga a defender la obra ‘santista’. El otro es Gustavo Petro, de quien tampoco dijeron que pronto estará sancionado tras la ratificación de destitución e inhabilidad o preso por sus múltiples acciones contra la ley. Ese cuento que uno por ser de izquierda puede ser torpe y corrupto pero honrado, hace rato Lula lo desmintió.
No hay que olvidar que Zuluaga fue el candidato más votado en la primera vuelta presidencial del 2014. Y menos que solo fueron unos 500 mil votos los que montaron de más al ‘tirano’ que se hizo reelegir basado en mermelada. A este hombre de provincia solo se le criticaba un nivel bajo de exposición en las zonas alejadas. Es decir, su nivel de aceptación era bueno y los que no lo mencionaban era porque no lo conocían. Hoy ya se hizo la tarea. Colombia sabe que Óscar Iván Zuluaga será quien retome los pilares del ‘uribismo’ de un país entre cenizas que entrega Juan Manuel Santos.
El Gobierno ya lo sabe y por eso lo persigue. Lo quieren preso antes de que sea Presidente, al mejor estilo de Leopoldo, el sigue firme. Un país que se desmorona bajo los consejos de unos ancianos comunistas desde Cuba y un joven bogotano que desde pequeño los admiraba y seguía, pero que tuvo que infiltrarse en la sociedad como un demócrata y que engañó incluso al más sagaz, engañó a Álvaro Uribe, hizo meter preso a su contrincante, ese si un verdadero ‘uribista’ con un escándalo de subsidios agrícolas para quedarse el con el aval. Y que hoy funge como Presidente.
Por otro lado estaría Alejandro Ordoñez Maldonado, uno de los colombianos más queridos del país. Otra víctima del gobierno, quien no le ha respaldo ni siquiera su investidura. Otro más que ha estado en peligro, pues la escolta estaba ocupada dando protección a los negociadores. Un Vicepresidente santandereano, una figura nacional y querida. Y si bien, muchos dirán que Ordóñez es del partido conservador, déjenme hacer las siguientes aclaraciones:
Alejandro Ordoñez es conservador de base. Las personas que lo apoyan son los que toda la vida han apoyado las ideas de familia, orden y economía. Más no los congresistas de su partido. Desde que David Barguil tomó esa maldita porción de mermelada, los godos desaparecieron. Estoy seguro que no le darán el aval conservador puesto que ese ya está negociado para que su candidato sea bien malo y en segunda vuelta apoye al que Santos “imponga”. El hoy Procurador sería una excelente fórmula que aportaría miles de votos Al binomio de Uribe, pero no como presidente sino como vice de Zuluaga.
Doctor Ordoñez, usted es excelente político, piénselo bien. Es hora que considere que si quiere ser presidenciable debe por lo menos renunciar a su militancia dentro del partido conservador pues es tenebroso el camino que le espera para que ellos le den aval. En cambio si adentra al Centro Democrático sería llevado por todos nosotros a la Casa de Nariño.
Ambos de las regiones caldense y santandereana, ambos académicos, estudiosos y amados por masas y ambos con el sello ideológico del ‘uribismo’. Un dúo para regresar a la seguridad democrática, la confianza inversionista y la cohesión social. Ambos con amplio reconocimiento nacional, popularidad y amplias posibilidades de ganar, incluso la primera vuelta tras desastre de la izquierda en manos de Santos, la política es cíclica y ya giró el país mucho a la izquierda, ya busca regresar a la derecha. Entonces, ¿por qué no Alejandro Ordoñez la fórmula presidencial de Zuluaga en 2018?