*La minga agraria, campesina étnica y popular, arroja como resultado 150 heridos y dos asesinados, de parte de la represión de la fuerza pública a la minga nacional, que está dando un tratamiento de guerra a las justas reivindicaciones de indígenas campesinos y sectores populares exigiéndole al gobierno derechos a la protesta social, asociación y libertad de expresión, a la vez que cumplimiento a los acuerdos, que como afirman los voceros de la cumbre, *“el avance en los puntos estructurales del pliego de peticiones, han sido pocos”*, acotando que *“aunque los
encuentros se han mantenido, las discusiones profundas respecto al modelo económico, no son desarrolladas”.*
Según Alejandro Mantilla, en artículo aparecido en el portal *“palabras al margen”* bajo el título de*“los motores del nuevo paro agrario”*, “el viceministro Guillermo Rivera ha afirmado que el nuevo paro agrario es “injusto”, pues el gobierno ha cumplido con sus compromisos ante la Cumbre. Resulta curioso que sea precisamente un funcionario venido del Putumayo quien olvide los incumplimientos de los últimos gobiernos. Rivera afirma que en dos años de negociaciones entre Cumbre y Gobierno se han realizado 75 reuniones regionales y 18 nacionales. Sin embargo, durante esa maratón de encuentros no se ha tocado una sola de las exigencias de fondo incluidas en los ocho ejes del pliego de la Cumbre radicado en el año 2014.
Además, el Fondo de fomento agropecuario, destinado a apoyar proyectos productivos comunitarios, ha sido objeto de dilaciones que han retrasado la puesta en marcha de las propuestas campesinas, indígenas y afro”. Sin embargo, este paro igualmente está atravesado por la situación de crisis que vive la izquierda en Colombia, que ha llevado a que muchos pierdan credibilidad y que se mermen fuerzas. No por ello las condiciones materiales de orden económico que viven las grandes masas y las intencionalidades de la oligarquía que, hablando de paz, todos los días,
por ejemplo, desarrolla una guerra económica y política en contra de las mayorías empobrecidas, cobrando nuevos impuestos y arrasando territorios con sus megaproyectos neoliberales para enriquecer aún más el capital transnacional de los ricos del mundo, se ve reflejado y enfrentado por las comunidades, por doquier. En el caso de la venta de la empresa de Teléfonos, para lo que el concejo de Bogotá le aprobó a Peñalosa en plenaria, con 35 votos a favor y cuatro en contra su plan de desarrollo, el cual tendrá un costo para la ciudad de 96,1 billones de pesos y que incluyo
la venta de la ETB, ha concitado la atención de cientos de personas que se oponen, y de otro lado, ha contado con el espaldarazo al peñalosismo del concejal Venus Albeiro Silva del Polo Democrático.
A la división entre los líderes del polo y su incoherencia ideológica, se ha sumado ahora las actuaciones del concejal Venus Silva con respecto al Plan de Desarrollo de Bogotá. Si algo quedó claro luego del extraño proceder del concejal Silva fue la falta de unidad y organización del partido, pues tanto en este caso como en el de Clara López las bases y los líderes del Polo hicieron un llamado explícito a mantener una postura de oposición y los dos funcionarios, por el contrario, actuaron por cuenta propia dándole la espalda a la colectividad que los sostenía políticamente y a la que le debían, si no obediencia, al menos consideración, es lo que dice el artículo aparecido en el portal de las dos orillas el pasado 31 de mayo bajo el título de ¿Qué es lo que pasa con el polo?.
Se dice que las masas son superiores a sus dirigentes, teniendo en cuenta que, en la agudización de la lucha de clases, van descollando dirigentes que irán ordenando la casa, poniendo en su sitio a quienes no han respondido a sus expectativas. El magisterio, por su parte, ha realizado el pasado 1 de junio un paro de 24 horas para protestar por la mala atención en salud y el incumplimiento de otros acuerdos firmados con el Gobierno en mayo del año pasado, movilizando más de 300.000 maestros a lo largo y ancho del País, aunque los dirigentes de este sector también se encuentran
cuestionados por sus bases ante la pasada traición.
Mientras que los voceros de la minga agraria, campesina étnica y popular sostienen que su movilización también busca frenar una serie de medidas impopulares promovidas por el gobierno nacional y por algunas administraciones locales, para lo que relacionan la Ley Zidres o Ley 1776 de 2016, norma que legalizó el acaparamiento irregular de tierras, abrió la posibilidad de conceder baldíos a grandes empresarios y reforzó un modelo agrícola basado en los agronegocios a gran escala; igualmente las proyectadas reformas tributaria y pensional, que auguran un desmejoramiento de la capacidad adquisitiva de las familias trabajadoras y que postergaría la jubilación de millones de personas; la aprobación de un nuevo Código de Policía que reprime la protesta social; la concesión de títulos mineros, concesiones petroleras, y proyectos hidroeléctricos, así como el irresponsable licenciamiento ambiental en contravía de los intereses de las comunidades rurales y del equilibrio ecológico de los territorios; y la privatización de empresas públicas como la ETB o Propilco, de otro lado, ha coincidido la movilización del magisterio con el Paro Nacional Agrario y con el cual la Federación colombiana de educadores, fecode, dice solidarizarse.
Por su parte, el 3 de junio, en la ciudad de Ibagué en el Departamento del Tolima se estará llevando a cabo la VIII marcha carnaval por la vida, el agua y el territorio, a lo que le sigue la consulta popular para que la ciudad capital del Departamento diga si o no a la minería en su territorio. Un concejal de la población de Cajamarca en el Departamento del Tolima, invitado a nuestro programa, nos cuenta de la relación entre el proyecto minero en Cajamarca y la población de Ibagué; en el caso de Cajamarca en el Tolima, la opción ciudadana elegida frente a la minería es explicada por el presidente del concejo de esta población.
Por su parte, agrega Alejandro Mantilla, hablando de la minga agraria, campesina étnica y popular, que estas reivindicaciones se funden con las diversas expresiones populares de defensa del territorio en muchas regiones del país. La lucha de los U’wa en defensa del nevado del Cocuy (El monte sagrado Zizuma); las denuncias de afros, indígenas y campesinos contra la minería que hizo desaparecer al río Sambingo; la lucha de las mujeres afro del norte del Cauca encabezadas por Francia Márquez; la lucha de los indígenas Wayúu y los trabajadores de Sintracarbón contra el desvío de arroyos en la Guajira; la valiente lucha del movimiento Ríos Vivos contra los megaproyectos hidroeléctricos en Santander, Antioquia, Cauca y Huila; la constitución de Territorios Campesinos Agroalimentarios por el Coordinador Nacional Agrario en departamentos como Cauca, Nariño, Arauca, Casanare, Norte de Santander, sur de Bolívar y sur del Huila.
En relación con el paro agrario, gana fuerza la exigencia sobre el reconocimiento de la territorialidad campesina y el reconocimiento político del campesinado y sus derechos como motores de la manifestación agraria. Para los dirigentes de la minga, el trasfondo de la actual movilización tiene que ver con los enfoques sobre cómo entender la paz y la solución política del conflicto armado. Al lado de consignas llamativas como “Cambiemos esto” y “Párese duro”, también se agita “Este paro es por la paz”.
Escucharan ustedes, de otro lado, que nuestro concejal invitado nos dice que en Cajamarca debieron de antemano a la consulta popular, recolectar firmas, mientras que en Ibagué será diferente.
El presidente del concejo de Cajamarca en el Departamento del Tolima, nos da tres razones de porque se debe votar no en una consulta, a favor del ambiente.
Según las últimas informaciones, el balance de tres días de paro, en la minga agraria, campesina étnica y popular, arroja como resultado 150 heridos y dos asesinados, de parte de la represión de la fuerza pública a la minga nacional, que está dando un tratamiento de guerra a las justas reivindicaciones de indígenas campesinos y sectores populares, augurando un posconflicto con problemas estructurales sin superar, que obligara a dar continuidad a la minga nacional, continuando en paro.
Agregamos, por fuera de la información del programa, otra aparecida en el diario el espectador y titulada*“los reparos de los campesinos en la región”*, para que sirva como fuente de consulta.
*Esto y más podrán ustedes escuchar en “reporte Colombia”, un programa de Radio Salmon y Radicales Libres.*
Minga Cauca