El recién electo representante a la Cámara por Santander, Óscar Villamizar, llevará al Congreso el clamor de miles de madres, esposas, hijos, que han visto en la permisividad de la ley que aprobó la dosis mínima de estupefacientes el punto de partida para la perdición de la juventud. Solidarizándose con el dolor de miles de familias destruidas por el flagelo, iniciará el 20 de julio la titánica labor de intentar derogar la dosis personal, enfrentándose a los magistrados de las altas cortes con el objetivo de hacer de la dosis mínima un capítulo que pase a la historia como algo que nunca debió escribirse en la legislación colombiana.
Uno de los congresistas electos más jóvenes de todo el país es santandereano. Floridablanqueño, tiene 32 años y, ojo, no se confunda, su corta edad nunca será sinónimo de inexperiencia.
Abogado de la Universidad Santo Tomás con una especialización en Derecho de los Negocios que adelantó en el Externado, y una larga trayectoria en el mundo empresarial que inició hace 15 años cuando obtuvo su primer empleo como mesero de un bar, hasta llegar hoy a convertirse en una de las promesas de la renovación del Congreso de la República.
Hablamos de Óscar Villamizar Meneses quien en unos meses, al cumplir la edad de Cristo, y cuando sea parte de la bancada santandereana en el Salón Elíptico, recibirá otro pergamino con el que se acreditará como Máster en Derecho Urbano y Desarrollo Sostenible, de la Universidad de Santander (UDES), con el cual fortalecerá las competencias académicas de su pasión por el ejercicio político, ese que lleva en las venas gracias a su padre, el exsenador Alirio Villamizar, quien debió salir de la esfera política como consecuencia de una condena en su contra.
Dedicado al trabajo
Poca rumba, mucho estudio y sobretodo disciplina. “Cuando a uno le encanta lo que hace se esmera por hacerlo bien”, declaró Villamizar Meneses, quien resultó elegido como Representante a la Cámara con 37 mil 68 votos, compitiendo en la reñida lista del Centro Democrático.
Bachiller del Instituto Caldas, buen lector: “Mi libro más reciente es MBI en 10 días, mi biblioteca la comparten libros de literatura y lecturas técnicas, como este”, dice Villamizar quien afirma sentir tanta pasión por el estudio, como por su familia.
“Soy un hombre muy familiar, no estoy casado, mi tiempo lo dedico a mis padres, a mis hermanos y a Antonela, mi sobrina hermosa, mi adoración, la mayor parte de mi felicidad”, relató el congresista electo.
Se declara trabajador de tiempo completo: “Fui asesor en el Congreso de la República y luego asesor en el despacho de la Gobernación de Santander, Director de proyectos agropecuarios en una empresa familiar, miembro de la junta de la Confederación Cauchera Colombiana, Secretario de Desarrollo encargado en la Gobernación, miembro de la Junta Directiva de la Empresa Fertilizantes Colombianos (Ferticol), director de la Oficina de Víctimas en la Alcaldía de Bucaramanga, asesor jurídico en la Empresa de Desarrollo Urbano y Fondo de Vivienda de Interés Social de Barrancabermeja (Eduba), y próximamente Representante a la Cámara”, dice Villamizar Meneses quien eleva la mirada para buscar entre los recuerdos parte de su experiencia profesional: “Aprovecho el tiempo porque me gusta trabajar”, remata.
Claves de la victoria
A la hora de hablar de política, Villamizar Meneses antepone dos conceptos que para él son premisas: “La familia, fundamentalmente, al lado de un equipo de trabajo serio y entregado a nuestras convicciones”, dice Villamizar Meneses.
“Se da uno cuenta de que, para ocupar un cargo de elección popular se necesita una estructura política que, en nuestro caso, nosotros logramos reactivar debido a que estaba un poco dispersa”, comenta el representante a la Cámara electo, quien a estos factores suma uno más: no menos importante que los anteriores, y el cual su juicio fue decisivo para obtener la masiva votación que alcanzó en el departamento: “El dialogo popular”.
“Desde que inicié la campaña, y mucho antes, mi contacto con las comunidades fue constante, y así seguirá de ahora en adelante, mi sede de campaña seguirá abierta, y cada ocho días entablaré diálogo ciudadano para rendirle cuentas a la comunidad acerca de mi gestión en el Congreso de la República, y tener un canal directo con las necesidades de las distintas provincias del departamento”, aseveró Óscar Villamizar.
Acabar con la dosis personal
Y es como consecuencia de ese continuo diálogo ciudadano que Villamizar Meneses logró establecer una serie de prioridades para su labor legislativa, las cuales llevará a cabo de manera simultánea a las labores inherentes al parlamentario, como la gestión de control político.
La lista de prioridades la encabezan propuestas enfocadas a mejorar la percepción de seguridad ciudadana. Eso puede sonar populista, general y muy ambiguo, pero Villamizar llegó fondo en el tema para desarrollar un proyecto de ley con el que pretende golpear puntualmente lo que para él es una de las razones principales del incremento de la violencia y la inseguridad en las calles, no solo de Bucaramanga sino de todas las ciudades y municipios del país.
El proyecto de ley será radicado en la Secretaría de la Cámara de Representantes, el 20 de julio próximo, minutos después de que el nuevo Congreso de la República sea instalado.
Con este proyecto de ley Villamizar Meneses pretende acabar de una vez por todas con la normatividad vigente que permite el consumo de estupefacientes y sustancias sicoactivas debido a que, a su juicio, esta permisividad legislativa está redundando negativamente en las juventudes colombianas, generando más y más adictos, quienes tarde que temprano, a su juicio, quedarán expuestos a algún fenómeno delincuencial.
Para él no hay duda, sin la dosis personal, las condiciones de seguridad en el país mejorarán.
El mapa de la legislación sobre la dosis personal inicia en el año 1986 con el Artículo 2 de la Ley 30 de ese mismo año, en la cual se señala que se entiende por dosis personal la cantidad para consumo propio, que para el caso de marihuana no debe exceder los 20 gramos; y de la cocaína, o cualquier sustancia afín, la cantidad que no exceda el gramo.
Dicha normatividad tuvo una variación interpretativa recientemente cuando la Corte Suprema de Justicia determinó, en una sentencia de casación, que los consumidores de drogas o adictos a las mismas no incurren en la conducta punible de tráfico y porte de estupefacientes, si son sorprendidos por alguna autoridad portando una dosis mayor a la permitida en la tipificación de lo que se conoce como dosis personal, siempre y cuando demuestre que no la carga para comercializarla sino para consumirla.
Pues bien, para el representante a la Cámara electo, estas dos normatividades han echado al traste cientos, casi miles, de jóvenes, quienes en la actualidad se cobijan en la normatividad para destruir sus vidas, y las de personas que les rodean.
El tema ya se ha discutido con anterioridad en el Congreso de la República, pero en palabras de Villamizar Meneses las anteriores propuestas para acabar con la dosis personal no han sido trabajadas desde la perspectiva de la seguridad ciudadana y del interés común de salvaguardar a las próximas juventudes del oscuro flagelo de la drogadicción.
“Lo que no se ha tenido en cuenta es el bien común que parte del bienestar individual. El daño que ha causado la ley que permite la dosis personal en materia social, de seguridad y de convivencia ciudadana es altísimo y demuestra que no debe ser simplemente un tema libre desarrollo de personalidad sino que detrás de esta permisividad ha estado la oportunidad que se ha utilizado para dañar a las juventudes y de paso perjudicar a muchos inocentes que han sido víctimas por cuenta de la criminalidad que se desata por cuenta de los conflictos propios de las guerras entre traficantes. Esto a muchos ciudadanos nos está vulnerando el derecho fundamental a la paz y a la tranquilidad”, reclamó el congresista electo quien considera como contradictorio que la Corte Constitucional avale y se legitime, en el Derecho fundamental al libre desarrollo de la personalidad, el estímulo de una actividad que por ley es indiscutiblemente ilegal, como lo es el narcotráfico.
Bancada uribista garantizará estudio
Muy bien, el tema ya está planteado y promete ser tema de discusión de primera mano en el Congreso de la República si se tienen en cuenta dos aspectos principales.
El primero, que el Centro Democrático posee para la próxima legislatura una bancada mayoritaria, con la cual es posible la aprobación en comisiones y sin mayor oposición de iniciativas como esta.
Por otra parte, que, con estas mayorías, en plenarias, el senador electo Álvaro Uribe Vélez podría pensar en la posibilidad de hacerse elegir como presidente del Senado, con lo cual tiene la ventaja de priorizar los proyectos de ley que proponga su bancada, como este, polémico para unos, necesario para otros.
Por lo pronto, Villamizar Meneses se siente confiado, en que logrará las mayorías y con ello poner en marcha toda una estrategia para ayudar a mejorar la seguridad en todo el país.
El campo, y el fortalecimiento
de la economía serán prioridad
“Conozco a Santander hace 32 años, y, consciente de la misión transformadora que corresponde a mi generación, me propongo ejercer, desde la Cámara de Representantes, una política de metas claras y soluciones efectivas basada en la verdad, el conocimiento de la realidad social y el trabajo esforzado, para:
• Fortalecer la economía de manera sostenida, tanto en el campo como en la ciudad, y multiplicar las oportunidades de empleo y bienestar.
• Garantizar, en el campo y los sectores urbanos por igual, la seguridad que haga de nuestro departamento un destino favorable para la inversión y el turismo.
• Combatir el narcotráfico, que se ha convertido—una vez más—en amenaza para la seguridad y la tranquilidad de todos.
• Evitar que los acuerdos establecidos con las FARC debiliten el presupuesto nacional e impidan la inversión de la cual depende el desarrollo y la superación de problemas para los cuales no ha habido solución hasta el momento.
• Apoyar el empleo juvenil y el emprendimiento, para que nuestros jóvenes no tengan que abandonar sus hogares en busca de las oportunidades que aquí les son negadas.
• Gestionar una reforma del sistema nacional de salud que garantice la más efectiva protección de todos los colombianos, sin incumplimientos ni paseos de la muerte.
Mi gran compromiso: ejercer un liderazgo de resultados que favorezca el mejoramiento integral de Santander”.
Por Camilo Ernesto Silvera Rueda
Redacción Política / EL FRENTE