Cierto es que la situación cotidiana donde se vive el machismo exacerbado, las tensiones y estrés por la falta de oportunidades de ingresos para atender a sus familias en las mínimas condiciones de vivienda, alimentación y salud, acrecentadas por la pandemia y un gobierno insensible frente a las propuestas reales de matrícula cero de manera definitiva y no por un semestre, como igualmente entre otros temas el de la de renta básica para 9 millones de familias, decía que es real que esas situaciones matan más Colombianos y Colombianas que el conflicto armado.
Del 15 al 18 de octubre se presentaron una serie de asesinatos iniciando por el dirigente social indígena defensor del agua en el municipio de la Vega, Luis Alfonso Narváez, 5 más entre Buenos Aires y Caldono, en Argelia uno de los fundadores de Ascamta Efrén España, en total 20 Caucanos en esas 72 horas.
A demás doloroso por cierto a Sheilen Mariana una beba de 3 años en Puerto Tejada al norte de nuestro departamento en un enfrentamiento de pandillas.
Para el ministro de defensa en RCN radio: “la muerte de líderes sociales nos duele, pero aquí el enemigo de los líderes sociales es el narcotráfico que se ha enraizado en el Cauca”.
Miente el ministro (como es su costumbre), el suroccidente colombiano está abandonado del tutelaje del gobierno nacional, somos invisibilizados; solo servimos en Cauca para reafirmar el discurso institucional de la estigmatización como narcotraficantes.
Nos pasan cuenta de cobro por haber votado diferente a Duque, nos subieron los vidrios del carro me dijo un exgobernador, no reconocen la deuda social que desde el gobierno central existe con esta región, la falta de oportunidades que ha llevado a pequeñas y pequeños productores a sembrar hoja de coca, marihuana y amapola.
Y la orfandad es también del “gobierno” departamental, ante los asesinatos ni una iniciativa, ni un pendón que enluzca el edificio de la gobernación rechazando los crímenes, ni un concierto, ni una marcha, en fin, solo ofrecimiento de obras civiles “apropiadas a la época democrática electoral”.
Ante esta realidad solo nos queda hacer un S.O.S. a la comunidad internacional, vengan, acompañen los procesos y los líderes de manera permanente no de paso.
Por Dios, que ustedes sean el ángel de la guarda que nos proteja.