La idea de la inmortalidad ha sido un sueño de la humanidad desde tiempos inmemoriales. Sin embargo, Raymond Kurzweil, ingeniero jefe de Google y uno de los futurólogos más influyentes del mundo, asegura que este anhelo está a punto de convertirse en realidad. Según sus predicciones, para 2030 la biotecnología y la inteligencia artificial permitirán frenar e incluso revertir el envejecimiento, desafiando el concepto mismo de la muerte.
Kurzweil, conocido por haber anticipado con precisión la llegada de Internet, los smartphones y el auge de la inteligencia artificial, sostiene que estamos a solo seis años de alcanzar un punto de inflexión en la medicina. La IA, explica, revolucionará el desarrollo de tratamientos, permitiendo crear medicamentos en cuestión de horas en lugar de años. Este avance, combinado con la biotecnología, hará posible una longevidad extrema que hasta ahora parecía solo posible en la ciencia ficción.
Las predicciones del experto no se detienen ahí. Según Kurzweil, para 2045 los seres humanos habrán alcanzado una fusión total con la inteligencia artificial, lo que permitirá mejorar sus capacidades cognitivas y físicas. “No seremos solo humanos, sino una combinación de biología y tecnología”, afirma.
Uno de los aspectos más impactantes de su visión del futuro es la posibilidad de “revivir” a personas fallecidas. Asegura que en la década de 2030 será factible reconstruir digitalmente la conciencia de alguien a partir de los recuerdos y datos almacenados en el cerebro de personas vivas. Esta tecnología, basada en el uso de nanobots, permitiría recrear versiones digitales extremadamente realistas de quienes ya no están.
Kurzweil lleva años trabajando en esta idea con su propio padre, reuniendo cartas, escritos y composiciones musicales para desarrollar una réplica digital que mantenga su esencia. Aunque suene a película de ciencia ficción, algunas compañías como Neuralink, de Elon Musk, ya investigan en esta dirección con interfaces cerebro-máquina.