Hoy me parece que la sociedad no está para chistes. Los atentados de verdad y las muertes son de cada día.
Me da la impresión de que este país es cada vez más triste. Hay pocos motivos de alegría general.
Hay mucho estrés, el humor es escaso, la gente parece ir más a funerales que a fiestas. Eso es muy grave, porque un pueblo irascible, dolido y con miedo, es una bomba de tiempo. Pero vivir “sabroso”, que es el anhelo, desafortunadamente aquí no es fácil para que pueda existir en realidad para todos.
Estamos de fiestas porque en esta semana recordamos la muerte y resurrección de Jesús, pero la muerte también mueve el Cauca. Es que aparte de los muertos de la guerra hay personas sin conciencia que ponen su cuota trágica, llega ya pronto el Cambio de mandatario locales donde muchos en estos días ven a muchos de ellos como el Judas que tan solo busca terminar enterrado las regiones de nuestro departamento y obviamente del País.
Para que me extiendo donde tan solo cualquier cosa que se diga o haga queda como ese canto a la bandera porque muchos lo hacen sin entender que la patria nos necesita, es hora que las urnas resuciten colocando hombres, mujeres , viejo o jóvenes al servicio del Cauca