No hay un solo día que en el transcurrir del diario vivir de algunas regiones del Cauca , no tengamos noticias sobre casos de corrupción, por los que nos molesta y duele que muchos de esos que nosotros conocemos, estén convirtiendo las arcas públicas en sus cuentas privadas, por lo que generalizando culpamos a las administraciones del desfalco público, pero por carecer de los principios de autoridad moral, esa que nos dice que para culpar a alguien de un acto debemos estar tranquilos de no haberlo cometido nosotros nunca, quedamos en entredicho y con las manos abajo.
Hay que entender y saber que si queremos ciudades sin corruptos, necesitamos ciudadanos correctos, porque la corrupción comienza desde el hogar, desde nuestra infancia y nuestra forma de ver el mundo, siendo que se nos forma al acomodo de una cultura plagada de refranes como ese que casi es ley y dice: “El vivo vive del bobo”, por lo que todos decidimos ser “vivos”, en las filas, mientras conducimos o somos peatones, en acceso a los servicios públicos, en la declaración de renta o pago de impuestos, en fin, en todo aquello de lo que podamos hacer y que esté a nuestro favor, sin que nos importe que todo esto es corrupto.
Debemos comenzar por respetar las filas, por no acceder a servicios que en verdad no necesitamos, por competir con inteligencia y no con dinero, debemos cambiar la cultura del vivo a la cultura ciudadana y que conste no estoy defendiendo la corrupción en ninguna de sus formas, niveles o responsables.
Lo más importante que como Dios es de segundas oportunidades no olvidemos que en Octubre se cambian todo esto pero está en tus manos, no te quejes después y como diría una propaganda muy diciente al caso “Después no Digas que no le Avisamos”