La noticia sobre la reciente neutralización de siete artefactos explosivos improvisados (AEI) por parte del Ejército Nacional en El Plateado, Cauca, es un recordatorio sombrío de la guerra invisible que se libra en los territorios más vulnerables de Colombia. Este logro operacional de la Fuerza de Despliegue Rápido N.º 4, que frustró una acción terrorista del GAO-r Estructura Carlos Patiño, va más allá de un simple registro militar: es la confirmación de la barbarie a la que están sometidos miles de habitantes.
555 Veces la Amenaza
El dato estadístico que acompaña la noticia es escalofriante: en lo corrido de 2025, ya son 555 artefactos explosivos improvisados neutralizados solo en el corregimiento de El Plateado. Esta cifra no habla de un incidente esporádico, sino de una estrategia de terror sistemática que tiene un doble propósito:
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Afectar a la Fuerza Pública: Los explosivos están diseñados para dificultar el control territorial y las labores de seguridad del Ejército.
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Amedrentar y Desplazar a la Población Civil: El uso de estos métodos ilícitos, que no distinguen entre combatientes y población, constituye una violación flagrante al Derecho Internacional Humanitario (DIH). La vida de más de 10.000 habitantes está en riesgo constante por un campo minado virtualmente sembrado por grupos armados.
El Plateado, en el suroccidente del país, es un termómetro de la crisis. La instalación continua de AEI convierte la vida cotidiana en una ruleta rusa, donde un paso mal dado puede significar la muerte o la mutilación.
Un Compromiso que Exige Más
La pericia y valentía de los especialistas del Grupo EXDE (Explosivos y Demoliciones) al ejecutar la destrucción controlada merecen el mayor reconocimiento. Ellos son, literalmente, la línea delgada entre la paz y la tragedia para las comunidades. Su trabajo constante ha evitado innumerables tragedias y garantiza la supervivencia de las labores de seguridad en la zona.
Sin embargo, no podemos conformarnos con neutralizar las bombas después de que son sembradas. La pregunta de fondo es: ¿Por qué el GAO-r Estructura Carlos Patiño puede sembrar 555 amenazas en un solo corregimiento en tan poco tiempo?
La respuesta y la solución deben ser complejas:
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Inteligencia y Presión Sostenida: La neutralización debe ir de la mano con operaciones ofensivas sostenidas que desmantelen las capacidades de estas estructuras criminales para fabricar, transportar e instalar estos artefactos.
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Protección Prioritaria a la Comunidad: Se deben garantizar corredores humanitarios y zonas seguras, facilitando el trabajo de desminado humanitario para liberar a la población del miedo.
El rechazo del Ejército a estas acciones terroristas es necesario, pero la sociedad exige que ese rechazo se traduzca en una estrategia de seguridad que le devuelva a El Plateado y al resto del Cauca la tranquilidad de pisar su propia tierra sin el temor de explotar. La lucha contra la guerra invisible es una tarea de supervivencia nacional.


































































