El reciente y lamentable asalto al *Diputado Víctor Armero en un retén ilegal sobre la Vía Panamericana, en el sur del Cauca*, no es solo un titular de prensa; es un crudo recordatorio de la persistente fragilidad de la seguridad en uno de los corredores viales más vitales de Colombia. Que un funcionario público, incluso con esquema de seguridad, *sea víctima de hurto y despojo de vehículos en pleno trayecto, nos obliga a mirar más allá de la anécdota y a cuestionar la efectividad de las estrategias de protección en la región*.
*La Doble Vara de la Vulnerabilidad*
La primera reacción ante este tipo de sucesos suele ser la solidaridad, una respuesta humana y necesaria. Pero, más allá de desearle una pronta recuperación de sus bienes, la atención se centra ahora en la *“cercanía con el Presidente y la Vicepresidenta”* del Diputado Armero. Esta cercanía, se espera, se traduzca en una solicitud directa y efectiva para *reforzar la seguridad* en la Panamericana.
Aquí reside el nudo del problema:
- *¿Se necesita la influencia política directa para garantizar la seguridad básica?* Si la atención y el despliegue de la fuerza pública en una vía estratégica dependen de que la víctima sea un allegado al gobierno, ¿qué mensaje se envía al ciudadano común, al transportador, al campesino o al turista que transita a diario por el Cauca sin un contacto en Palacio?
- *La Panamericana como Termómetro Nacional:* El tramo caucano de esta carretera ha sido, históricamente, un escenario de bloqueos, protestas y, cada vez con mayor frecuencia, de acciones criminales como el reciente retén ilegal. Proteger este corredor no es un favor a una región;* es una necesidad imperativa para la economía y la cohesión territorial de la nación*.
*De la Promesa a la Acción Concreta*
Las *voces de solidaridad son bienvenidas, pero deben ser seguidas por acciones contundentes que trasciendan la figura del Diputado Armero*. La inseguridad en el Cauca tiene raíces profundas que mezclan conflicto armado residual, crimen organizado y economías ilegales. Un simple “refuerzo” temporal no será suficiente.
Se requiere:
- *Inteligencia y Presencia Permanente:* No basta con patrullajes esporádicos. La estrategia debe basarse en la inteligencia para desmantelar las estructuras criminales que montan estos retenes.
- *Coordinación Interinstitucional:* Una articulación efectiva entre el Ejército, la Policía Nacional y las autoridades departamentales y municipales es crucial para cubrir los vastos y complejos territorios.
- *Inversión Social y Oportunidades:* Aunque la respuesta inmediata es militar, la solución a largo plazo pasa por el fortalecimiento de la institucionalidad y la inversión social que le quite el combustible a la criminalidad.
*Una Oportunidad para el Gobierno*
El desafortunado evento del Diputado Armero debe ser visto por el Gobierno Nacional no como un incidente aislado que requiere una solución a puerta cerrada, sino como la *prueba de fuego* para demostrar que la seguridad es una prioridad para *todos* los colombianos, *sin necesidad de pases VIP o influencias palaciegas*.
La Panamericana no puede seguir siendo un camino de súplicas. *Es hora de convertir la solidaridad en una política de seguridad integral y sostenida que devuelva la tranquilidad a una de las regiones más bellas y complejas del país*. El ciudadano de a pie se merece la misma protección que un Diputado. *El tiempo dirá si este lamentable suceso marca un antes y un después en la seguridad del Cauca, o si solo es una anécdota más en la crónica roja nacional.*
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