La política colombiana, a menudo enredada en la dinámica de las maquinarias y los respaldos tradicionales, frecuentemente olvida que el verdadero poder reside en el pueblo. *En el contexto de la próxima contienda electoral de 2026*, donde se renovará el Congreso de la República,*la figura de César Cristian Gómez Castro se erige como un recordatorio fundamental de este principio*.
Si bien *el Partido Liberal ha ratificado su confianza en el Representante, el mensaje que resuena con fuerza en los corregimientos, las veredas y los “barrios” del Cauca* no se centra en la tinta de una resolución política, sino en el *aval de la gestión*. El compromiso de *Gómez Castro*, como él mismo reitera, ha sido una hoja de ruta marcada por una presencia constante en el territorio y una agenda legislativa enfocada en solucionar las necesidades concretas de la comunidad.
*El fragmento de su mensaje es diáfano: su trabajo se ha concentrado en el sector rural, en los barrios urbanos donde se ha “sembrado esperanza,”* y en los municipios que han recibido gestión y soluciones. Esto no es solo retórica de campaña; es la base para construir *una representación legítima en el Congreso en Bogotá*. La distancia geográfica entre el Cauca y el Capitolio es inmensa, y solo puede acortarse con un representante cuya *brújula esté permanentemente orientada hacia su tierra*.
El *verdadero aval de César Cristian Gómez Castro es*, por ende, su *fidelidad a un rostro humano de la legislación*. ¿Qué significa legislar desde el Cauca? Significa que cada debate, *cada artículo y cada ley debe tener en mente a los más vulnerables*. Al destacar su enfoque en *“los niños” y “los abuelos,”* el representante subraya una prioridad ineludible: mejorar las condiciones de vida de los Caucanos, empezando por aquellos que representan el futuro y la memoria de la región.
Mirando *hacia el 2026*, la clave de su reelección no estará en las cuotas partidistas, sino en la *reafirmación del liderazgo caucano*. Los líderes del departamento, conscientes de que la gestión en Bogotá requiere experiencia y puentes construidos, entienden que llevar nuevamente a *su “amigo” al Congreso es asegurar la continuidad de una voz que ha demostrado conocer la complejidad del territorio*.
El reto para la campaña no es obtener un papel; *es lograr que miles de caucanos vuelvan a entregar su voto como un mandato, un reconocimiento tácito a los kilómetros* recorridos y las puertas tocadas. Es transformar la gestión ya realizada en la certeza de que su trabajo continuará siendo *el pilar de un Cauca más visible y mejor representado*.
El aval *más importante ya está dado*: es la confianza *que se gana día a día, en la calle, al lado de la gente que lo necesita. Ese es el verdadero motor del movimiento #L101*.
*Por “#LOSCORRILLOSDELPARQUECALDAS”*


































































