El reciente anuncio del Instituto Nacional de Salud (INS) sobre la posible llegada de nuevas subvariantes de la influenza A(H3N2) a Colombia no debe ser motivo de pánico, sino de atención informada. En un mundo hiperconectado, donde la temporada de fin de año moviliza a millones de viajeros, la soberanía sanitaria no se mide por el cierre de fronteras, sino por la robustez de los sistemas de vigilancia epidemiológica y la madurez de la respuesta ciudadana.
La Vigilancia como Escudo Invisible
Colombia cuenta con una ventaja que a menudo pasa desapercibida: una trayectoria de más de 20 años en vigilancia centinela. Como bien explica la directora del INS, Diana Marcela Pava, el país no está improvisando. La detección de nuevos clados (grupos de virus con un ancestro común) es un proceso biológico natural. El virus de la influenza es, por definición, un maestro de la mutación.
Lo que el INS nos está diciendo es que el sistema de radares está encendido. La identificación de estos cambios genéticos es lo que permite que la ciencia se mantenga un paso adelante, ajustando las recomendaciones y monitoreando si estas modificaciones implican una mayor agresividad o simplemente una mayor capacidad de dispersión.
El Reto de la Temporada Decembrina
Diciembre es el escenario perfecto para los virus respiratorios. El hacinamiento en aeropuertos, los climas cambiantes y las reuniones familiares masivas crean el “caldo de cultivo” ideal. Sin embargo, el riesgo real no radica tanto en la subvariante en sí, sino en la complacencia social. Tras la pandemia del COVID-19, parece que hemos olvidado rápidamente las lecciones básicas de higiene que salvaron millones de vidas.
Tres Pilares para la Mitigación:
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Vacunación Estratégica: No es casualidad que el llamado se centre en los mayores de 60 años. La vacuna contra la influenza no es un capricho; es una herramienta de precisión para evitar que un virus estacional termine en una unidad de cuidados intensivos.
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Cultura del Autocuidado: El uso del tapabocas ante cualquier síntoma respiratorio debería ser una norma de cortesía básica y civismo, no una imposición legal.
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Transparencia Informativa: Las autoridades deben seguir comunicando la diferencia entre “nuevas subvariantes” y “nuevas amenazas”. La claridad evita que la desinformación se propague más rápido que el propio virus.
Conclusión
La llegada de nuevas variantes del H3N2 es una realidad biológica inevitable. No obstante, el éxito de la salud pública en Colombia no dependerá solo de los laboratorios del INS en Bogotá, sino de la responsabilidad individual en cada hogar.
Recibir a los viajeros de fin de año con los brazos abiertos no tiene por qué significar abrirle la puerta a complicaciones de salud. La vacuna está disponible, los protocolos existen y la vigilancia está activa. El último eslabón de esta cadena de protección somos nosotros. Que la prudencia no se quede guardada con los adornos de navidad.


































































