El mes de *octubre*, vestido de rosa, se alza como un poderoso recordatorio de la *fuerza femenina* y la imperiosa necesidad de la *prevención* en la salud de las mujeres. La gestora social del Cauca, *María Victoria Guzmán*, con su conocida “gestoría social y diferente,” su calidez y su incansable trabajo, ha puesto el foco con precisión en este mensaje vital: *¡octubre es un mes para reconocer la fuerza que habita en cada mujer!*
El liderazgo social, como el que ella encarna, va más allá de la gestión administrativa; se centra en la *conexión humana*. Su capacidad para “escuchar encontrando la palabra precisa para sacar adelante los problemas” es el corazón de la labor que se necesita en el Cauca. Es a través de esa cercanía y su *sonrisa siempre dispuesta* que se construye la confianza necesaria para abordar temas tan delicados como el *cáncer de mama y de cuello uterino*.
La campaña del *Mes Rosa* no es solo una moda; es una *cuestión de vida o muerte*. El llamado es claro: *“la prevención salva vidas.”* En un departamento con las complejidades geográficas y sociales del Cauca, este mensaje adquiere una relevancia crítica. Requiere que se lleven los servicios de salud y la información a cada rincón, para que la detección temprana sea una realidad y no un privilegio de pocos.
El mensaje “hablar sin miedo nos une” es una invitación a *romper el silencio* y el tabú que a menudo rodean estas enfermedades. Cuidarse, como bien se resalta, es un *acto de amor propio*, pero la lucha no es individual. *La visión de la gestora de tejer* *“lazos de esperanza”* y acompañar *“cada historia”* subraya la esencia de la *solidaridad caucana.*
La consigna *“que ninguna luche sola”* es el compromiso más profundo de esta iniciativa. Significa garantizar el acceso a la mamografía, al autoexamen, a los controles médicos y, en caso de diagnóstico, al tratamiento oportuno y digno. Significa que el sistema de apoyo social y de salud está activado, porque *el cuidado nos une*.
En este mes, *el Cauca no solo viste de rosa; se compromete* a la *acción*. La sonrisa, la empatía y el arduo trabajo de la gestora social son el motor que impulsa este reconocimiento a la mujer. Es una oportunidad para que, más allá de las instituciones, cada ciudadano se convierta en un agente de prevención, recordándoles a las mujeres de su entorno la importancia de su salud. Porque la *fuerza que habita en ellas* merece ser protegida.


































































