La historia de *Ginna Ponce* no es solo un ascenso en la jerarquía policial; es el testimonio vivo de que la *vocación de servicio y la formación académica* son los pilares de una carrera policial moderna y profundamente humana. Intendente Ponce, integrante del *Grupo de Protección a la Infancia y Adolescencia y estudiante de noveno semestre de Psicología en la Fundación Universitaria Católica del Norte, representa una nueva generación de uniformados*.
*La Doble Vocación: Proteger y Comprender*
El ascenso a *Intendente* es, sin duda, un reconocimiento al mérito y la disciplina. Para Ponce, este logro no es una meta final, sino la *prueba tangible de que el compromiso integral rinde frutos*. Ella misma lo enfatiza: “Con amor a la patria, la familia y a Dios, todo es posible.”
Pero lo que verdaderamente distingue su labor es la sinergia entre el uniforme y la libreta de apuntes. Su rol en la *Protección a la Infancia y Adolescencia* exige no solo autoridad, sino también una profunda *sensibilidad social y conocimiento del comportamiento humano.* Aquí es donde su formación como *psicóloga en formación* se convierte en una herramienta invaluable:
- *No solo protege el cuerpo, sino la mente:* Sus conocimientos le permiten abordar casos de violencia o vulneración con un enfoque menos punitivo y más empático, entendiendo las dinámicas familiares y el trauma que viven los menores.
- *Fortalece la prevención:* Puede diseñar e implementar programas de prevención con una base científica, logrando una intervención más efectiva en las comunidades.
En un país donde la niñez y la adolescencia son constantemente blanco de riesgos, contar con personal que combine la *rigurosidad de la ley con la ciencia del comportamiento* es un activo inestimable para la Policía Nacional.
*El Ascenso como Inspiración*
El camino de Ginna Ponce desmantela el estereotipo del policía como una figura unidimensional. Su historia demuestra que la *carrera policial es compatible con el crecimiento profesional y personal;* es más, lo exige.
Su logro no solo es un orgullo para su familia y la institución, sino también un poderoso mensaje para los jóvenes y para sus compañeros: la *capacitación continua* y la *pasión por el servicio* no solo consolidan el *orgullo de ser policía*, sino que lo elevan a un nivel de servicio social más profundo.
*Intendente Ponce es el claro ejemplo de que el verdadero éxito es la intersección entre el deber cívico, la fe y la realización personal.*
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