El reciente Día de Campo llevado a cabo en la vereda El Campo, municipio de Florencia, con la participación de más de 100 caficultores, es una clara demostración de la estrategia de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) de presencia activa y apoyo técnico en los territorios. Este tipo de encuentros, más que simples capacitaciones, son el corazón de lo que significa la gremialidad cafetera en Colombia: conocimiento, gestión y visión de futuro.
La Transferencia de Conocimiento como Motor
La agenda técnica de la jornada fue esencialmente práctica y orientada a los desafíos actuales del sector. El enfoque en renovación (clave para mantener la productividad), fertilización (fundamental para la salud del suelo y la calidad del grano) y el manejo de aguas mieles (crucial para la sostenibilidad ambiental) dota a los caficultores de las herramientas necesarias para enfrentar los retos de la caficultura moderna.
El Servicio de Extensión —el brazo técnico de la FNC— cumplió su rol vital al compartir estos avances. Al sumar a esto la información sobre créditos y gremialidad cafetera, se ofrece un paquete integral: no solo cómo producir mejor, sino cómo gestionar y financiar la finca y cómo participar activamente en las decisiones del gremio. La presencia del Director Ejecutivo, Roberto Castrillón Simmonds, junto a los Representantes Departamentales y el equipo de la Seccional Sur, eleva la importancia del evento y subraya el compromiso de la alta dirección con la base productora.
Fortaleciendo la Alianza Local y Gremial
Un aspecto igualmente significativo fue la articulación institucional. La visita permitió el encuentro con Robert Cruz, el alcalde de Florencia, y el Comité Municipal. Este diálogo entre el gremio y el gobierno local es imprescindible. El café es el eje de desarrollo para muchos municipios; por lo tanto, establecer acciones conjuntas asegura que las inversiones y los proyectos de infraestructura y sociales se alineen con las necesidades reales de los caficultores.
La reafirmación de la presencia de la Federación en los territorios a través de estos “días de campo” no es solo un lema; es una práctica que se traduce en mejor calidad de vida y rentabilidad para las familias cafeteras. Es allí, en la vereda El Campo, donde se construye y se protege el futuro del café colombiano. Es en estos espacios de encuentro y aprendizaje donde se cultiva, de la mano, el desarrollo de un municipio tan importante como Florencia.


































































