Cada *12 de octubre*, la fecha que una vez simbolizó un encuentro violento de culturas, se ha resinificado en Colombia y Latinoamérica como el *Día de la Diversidad Étnica y Cultural*. Es un momento para detenernos y reflexionar sobre la compleja, y a menudo doloroso, historia del mestizaje que ha tejido el tapiz de nuestra identidad. Sin embargo, para entender el verdadero significado de este día, debemos mirar más allá de la simple conmemoración y concentrarnos en lo que esta mezcla ha forjado.
*La Riqueza Ineludible del Cauca*
En el corazón de esta reflexión se encuentra el departamento del *Cauca*. Este territorio no es solo una geografía, es un vibrante laboratorio de identidades. La narrativa que hoy resuena con fuerza es la de una *“raza”* —entendida no como una categoría biológica fija, sino como una *identidad cultural y social* forjada en el fuego de la historia— nacida de la confluencia de *indígenas, afros, blancos, y mestizos*.
Esta no es una mezcla pasiva; es el crisol que ha dado lugar a, quizás, la *raza más pujante y resiliente del país*. El orgullo que sentimos al decir *“somos caucanos”* radica precisamente en esta capacidad de haber tomado la diversidad y convertirla en una *fuerza transformadora*. Las luchas del Cauca, a pesar de la violencia que lamentablemente ha tocado a tantas familias y territorios, no son solo defensivas. Son, en esencia, *luchas de construcción y superación*.
*Un Futuro Forjado en la Mezcla*
El verdadero *reconocimiento* que se debe dar en este día no es solo a los grupos étnicos por separado, sino a la *potencia creativa* que surge de su unión y coexistencia. La “mezcla de colores y sabores” caucana tiene una única consigna: *“¡palante!”*. Esta palabra encapsula un espíritu indomable que se niega a ser definido por la adversidad.
El Cauca se ha comportado como una *empresa de vida*, una incubadora social que ha brindado a sus hijos las herramientas para ser *excelentes profesionales, trabajadores, y empresarios*. Estos logros son el fruto directo de esas luchas históricas; son la evidencia tangible de que la diversidad, cuando se abraza con orgullo y determinación, es el motor más potente para el desarrollo regional y nacional.
Hoy, 12 de octubre de 2025, el mensaje es claro: *el orgullo caucano es el orgullo de la síntesis*. Es la aceptación de que en nuestra historia hay dolor, pero en nuestro presente hay *grandeza* y una inmensa capacidad para mirar hacia el futuro.
*”Blancos, indios y negros una sola ilusión Hijos de la misma tierra Frutos de la misma flor”*
Que estas palabras sacadas de nuestro himno sirvan como el símbolo de nuestra convicción. *Sintámonos orgullosos de ser caucanos*, herederos de una rica y compleja diversidad. La tarea pendiente es asegurarnos de que el respeto y el reconocimiento se traduzcan en *oportunidades equitativas y paz duradera* para todos los frutos de esta tierra. *¡Mil bendiciones al Cauca!*
MARCELO ARANGO MOSQUERA
#laotracaradelanoticia


































































