La reciente Asamblea Arquidiocesana de Nueva Evangelización SINE, que congregó a más de tres mil quinientas personas en el marco del Jubileo del Año de la Esperanza, es mucho más que un encuentro masivo; es el vibrante pulso de una Iglesia que camina, crece y se renueva. El evento, que reunió a comunidades de las tres vicarías, religiosas y seminaristas en el Colegio Don Bosco, se consolidó como una poderosa manifestación de fe, alegría y esperanza.
La jornada fue una perfecta simbiosis de devoción y cultura. La Adoración al Santísimo y la formación brindaron el sustento espiritual, mientras que el ritmo festivo de las chirimías y la Banda del Colegio Madre Laura inyectó la alegría propia de la fe. Esta peregrinación, culminada con la Solemne Eucaristía presidida por Monseñor Omar Alberto Sánchez en la Catedral Basílica, no solo fue un acto litúrgico, sino un testimonio público de la fuerza y unidad del catolicismo arquidiocesano.
El corazón de este movimiento es el SINE (Sistema Integral de la Nueva Evangelización), el Plan Pastoral que desde el año 2001 ha venido tejiendo una red de Pequeñas Comunidades Parroquiales. La Asamblea es la prueba más fehaciente de que esta estrategia, enfocada en el crecimiento espiritual y misionero, está dando frutos abundantes. No es una evangelización desde el púlpito solamente, sino desde la fraternidad y la perseverancia de base.
El éxito de esta convocatoria refleja el compromiso inquebrantable de la Arquidiócesis con la continuidad de este proceso de crecimiento y formación espiritual. Un reconocimiento especial merecen los párrocos que acompañan y apoyan la labor, los coordinadores por su entrega incansable, y el equipo de apoyo SINE que articula esta inmensa tarea. Pero, sobre todo, el aplauso es para las comunidades parroquiales del Norte, Centro y Sur, cuya entrega y crecimiento fraternal son el motor vivo de este Año Jubilar.
La masiva participación en esta Asamblea no es solo un indicador de cantidad, sino de la calidad de la fe que late en la Arquidiócesis. Es la esperanza puesta en marcha, demostrando que la Nueva Evangelización es una realidad construida día a día, de comunidad en comunidad. El SINE no es solo un plan; es el camino que la Iglesia de Popayán ha elegido para ser una luz encendida en el Año de la Esperanza 2025. (imagenes tomadas de internet)
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