Hoy, primero de diciembre, el país enciende sus luces y se prepara para el bullicio festivo. Pero en Popayán, la tradicional alborada ha sido reemplazada por un sonido mucho más urgente y grave: el clamor de auxilio del Hospital Universitario San José (HUSJ). Este icónico centro de salud, corazón vital del Cauca, no inicia el mes con chirimías navideñas, sino con la exigencia desesperada del pronto pago de las deudas acumuladas por las Entidades Promotoras de Salud (EPS).
La salud en nuestro departamento ha entrado en una fase crítica, y es hora de llamar a las cosas por su nombre: lo que enfrentamos es una crisis de liquidez inducida por la morosidad.
Un Hospital, Múltiples Víctimas
El HUSJ no es solo una edificación; es la última línea de defensa para cientos de miles de caucanos. Cuando hablamos de deudas de las EPS, no hablamos de simples números en una hoja de cálculo. Hablamos de una cadena de consecuencias humanas y sociales:
• Los Usuarios: La falta de flujo de caja compromete la compra de insumos, medicamentos especializados y el mantenimiento de equipos vitales. En esencia, la deuda se traduce en riesgo directo para la vida de los pacientes que requieren atención de alta complejidad.
• Los Héroes Silenciosos: Cientos de médicos, enfermeras, camilleros y personal administrativo viven con la angustia del incumplimiento salarial. Mientras ellos continúan prestando servicios invaluables, muchas veces agotadores y peligrosos, las EPS retienen los recursos que les corresponden. ¿Qué mayor injusticia que negarle la paz financiera a quienes dedican su vida a salvar la nuestra?
• La Región: Un hospital universitario es el pilar de la formación médica y de la investigación. Su colapso significaría un retroceso de décadas en la capacidad sanitaria del Suroccidente colombiano.
La Responsabilidad del Ministerio: El Verdadero Espíritu Navideño
Este no es un problema interno del hospital; es una falla estructural del sistema de salud que el Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Salud, debe abordar con urgencia. No se trata de un favor, sino de una obligación constitucional.
La administración actual tiene la oportunidad de demostrar que su compromiso con la salud va más allá de los discursos. El “verdadero regalo de Navidad” para la población de Popayán y el Cauca no son subsidios temporales, sino la solución definitiva al problema de la cartera. Esto implica:
1. Intervención Firme: Utilizar todas las herramientas regulatorias para obligar a las EPS a honrar sus compromisos de pago.
2. Mecanismos de Giro Directo: Establecer o fortalecer medidas que aseguren que el dinero destinado a la atención médica llegue efectivamente a los hospitales, evitando el embudo de las EPS morosas.
3. Capitalización y Apoyo: Brindar el apoyo económico necesario para que el Hospital Universitario San José pueda sanear sus finanzas y seguir operando con dignidad.
La Navidad es una época de esperanza y solidaridad. Es inaceptable que esa esperanza se desvanezca en las salas de espera de un hospital al que se le está negando el oxígeno financiero. El Gobierno tiene el poder de convertir la angustia del HUSJ en la tranquilidad de sus trabajadores y usuarios.
¡Actúen ahora! La salud de la gente no espera, y la justicia de fin de año es pagar lo que se debe.


































































