El pasado [Mencionar fecha si se conoce, o dejar en blanco], las calles de [Mencionar ciudad, e.g., Popayán] se vistieron de color y energía con la realización de los “5K que encendieron la alegría del Cauca”. Más que una simple carrera, este evento se consolidó como un vibrante preámbulo y un testimonio vivo del espíritu que impulsa a nuestra región.
En medio de la expectativa generada por el gran evento #MMC2025 (Maratón del Macizo Caucano), estos $5$ kilómetros brillaron con luz propia. El impacto no se midió únicamente en el tiempo registrado por los atletas élite, sino en la diversidad de los participantes que cruzaron la línea de salida. Vimos familias tomadas de la mano, corredores aficionados superando sus propias marcas, y una grata presencia de visitantes nacionales e internacionales que, con su participación, validaron el Cauca como un destino no solo cultural e histórico, sino también deportivo.
Este $5K$ no fue solo sobre ejercicio físico; fue una carrera de la unión. En un país donde la diversidad a veces se traduce en polarización, el deporte nos recuerda la magia de la meta compartida. Todos, sin importar procedencia o habilidad, compartimos el mismo asfalto, el mismo aliento y la misma celebración al cruzar la meta. Es esta sinergia social la que realmente enriquece la experiencia y la que merece ser replicada en otros ámbitos de la vida caucana.
La emoción y la buena energía que se respiraron son un recordatorio poderoso de que el Cauca corre, vibra y avanza. Cada paso dado en el circuito fue un voto de confianza en la capacidad organizativa, en la seguridad del territorio y, sobre todo, en la calidez de su gente. El hashtag #CaucaCorre no es una simple etiqueta; es una declaración de principios: una región que se mueve hacia adelante, con determinación y un profundo sentido de comunidad.
El éxito de esta distancia corta es crucial, pues actúa como el corazón palpitante del evento mayor. Al movilizar a miles de personas, sienta las bases logísticas y emocionales para el Maratón, demostrando que la infraestructura humana y técnica está lista para desafíos mayores.
Agradecemos profundamente a los organizadores, voluntarios y, especialmente, a cada alma que llenó esta distancia de vida. Los $5$ kilómetros han terminado, pero la energía que liberaron sigue encendida. Es una llama que nos invita a seguir celebrando nuestra identidad, nuestra diversidad y nuestro inquebrantable espíritu deportivo.
¡Que sigan los kilómetros, que siga la alegría, y que siga corriendo el Cauca!


































































