Divide et impera es una máxima conocida en política, desde los tiempos de Julio César, a quien se le atribuye la frase. Describe a una estrategia sencilla, normalmente utilizada desde un poder centralizado, que consiste en evitar que se unan quienes se le oponen, a través de la creación de disensiones y desconfianzas entre las distintas facciones. Así, no hay quien se oponga con fuerza suficiente al orden establecido, eso quedo claro en la actividad #UniendoVoces o mejor sería #AlborotandoEgos.
Otra característica de esta técnica política es la concesión de ayudas o favores especiales a una fracción, que la convierte en servil hacia el poder dominante como quien dice alimentar la ilusión donde la ley de tercio llegara pronto la cuestión es que debe existir tercería para que llegue a todos como quien dice ustedes se imaginan un billón de pesos cuanto es el famoso CVY si para nadie es oculto que jugaron con la sed de la Guajira ustedes se imaginan con la falta de recursos , equipos y demás en la zona , a tal punto que son capaces de volver legal al peor de los piratas . Obviamente, requiere de cierta habilidad política para lograr resultados satisfactorios como el de llevar al gato y al garabato a una actividad donde inicia de una manera interesante resaltando la importancia de respetar la diferencia y de unir esa diferencia para crecer pero eso se les olvido recordarles a los conferencista en el salón del punto rojo que no había iniciado y loa único que resaltaba era que la Derecha es la mierda , perdiendo lo dicho por el presidente Gustavo Petro el Respeto y valorar la diferencia .
En el Colombia de hoy estamos viendo cómo, a nivel táctico político electoral, como busca en las zonas. utilizar en las votaciones en el Senado y Cámara el llamado “bloque de contención” no al estilo del pasado donde alboratoaron a mas de uno a incendiar a la patria Boba , pero ahora como no pueden bloquear vías , etc , el tema es como manipulan los medios alternativos , comunitarias y cuanto amante de la comunicación se lo encuentren con un doble efecto: el de hacer aprobar legislación promovida por el gobierno y el de generar desconfianza y suspicacia dentro del principal grupo opositor, que tiene varios procesos electorales por delante donde ellos cada dia ganan espacio debido a que hasta ahora solo han sido ilusiones faltan promesas y como dice la canción: “LES PINTARON PAJARITOS EN EL AIRE” .
El método escogido ha sido fácil: encontrar eslabones débiles, que los hay muchos, dentro de ese grupo de incautos . Su debilidad principal es que son chantajeables, porque tienen largas colas que pueden ser pisadas. El amago de un uso faccioso de la justicia tiene su correlato en la oferta de que, si se alinean, la ley no caerá sobre ellos. Sucio por el lado que se vea, pero efectivo, la cuestión que ellos aún no entienden es que aquel que tiene rabo de paja es mejor que no se arrime a la candela y ellos son buenos hablando de lo bochinches de los demás pero pésimos solucionando sus propios bochinches.
Al mismo tiempo, esta situación ha evidenciado una de las dificultades más grandes a las que se enfrentaran los partidos que se coaligaron en 2022 para impedir que la aplanadora de Derecha les pasara por encima: en sus listas hay, indefectiblemente, políticos tradicionales susceptibles al transformismo, porque es relativamente sencillo doblarles la mano, muchos de ellos siguen coman y coman de las dadivas que son fruto de su trabajo de ilusionistas a aquellas comunidades que aun sueñan por una patria equitativa y en paz .
Así, los acuerdos electorales, que supuestamente son transversales ideológicamente, resultan en esperpentos, donde se empiezan a desarropar y a sacar los trapitos al sol donde ni el mismo Judas Iscariote lo hizo… quien cambió sabiamente de opiniones apenas le dijeron que van a perder el sueldito de congresista el cual se comprometieron a rebajárselo , otra promesa que no pudieron cumplir .
La lógica del divide y vencerás funciona mientras el poder centralizado se mantenga como tal. En la medida en que lo hace, puede sostenerse sobre las diferencias de los demás. Por eso, le resulta clave la unidad, aunque no sea por cuestiones de principio, sino por mero pragmatismo para no perder todo de un solo totazo donde ellos pueden amenos mantener el sueldito donde no les podrá uno que otra teta que pueda ordeñar de los entes de gobierno.
Al generar competencia entre los “cambistas”, y a sabiendas de que él encarna los deseos del Pueblo, ha consolidado todavía más su poder personal, porque todos se desviven por halagarlo o, cuando menos, por no contradecirlo en público.
Ese poder personal incrementado, en la medida en que se mantengan las instituciones democráticas, tiene fecha de caducidad. El divide no se traduce en un impera a la manera de Julio César, porque aquí hay límites constitucionales. En cambio, la competencia dentro de la coalición de gobierno va a tener uno o varios momentos de inflexión, y la pregunta que todos nos hacemos es si va a haber una disciplina colectiva como para aceptar a la persona ungida, a la usanza del viejo priismo, o si existirá un equivalente a la “corriente democrática”, que se escinda y busque sus propios vehículos electorales.
Los precandidatos no son tontos, y ya vemos a al menos dos de ellos repetir el nombre del actual MAXIMUS como si fuera un mantra, y decir que todo lo que hacen y lo que piensan es gracias a su iluminado ejemplo. Al mismo tiempo, son ambiciosos, y también ya vemos cómo sus equipos buscan exponer los errores históricos y los defectos del contrincante, que pueden irse acumulando (y más, con el hackeo a los dueños de pegasus ). En esa tensión puede romperse la cuerda (o varias cuerdas), donde no tienen el valor de crear una ley de trasfuguismo porque les garantizo que no quedaría sino unos cuantos como congresistas de esa coalición que hoy reconoce que se equivocaron pero que al menos muchos o algunos han sabido aprovechar su cuarto de hora según dice los mismos corrillos de la Plaza de Bolívar
Los signos de deterioro político se acumulan, y esto puede traducir en algo más que una división en la que quién sabe quién venza. En cualquier caso, hay posibilidades de pulverización que nos obligarán a todos a repensar las formas de hacer política y a terminar, venturosamente, con la lógica de exclusiones que ha caracterizado el estilo actual de gobernar.
La otra opción, es que ganen la disciplina y el silencio, y el dicho de los años treinta, de que “aquí vive el Presidente; el que manda vive enfrente” reviva, sólo que, en vez de “enfrente”, se nombre a un persona que muchos piden a grito que vuelva a recuperar la patria que estaba logrando la verdadera paz .
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