Estados Unidos y la mayor parte de la Unión Europea (UE) han confirmado su decisión de no participar en la ceremonia de toma de posesión del presidente ruso Vladimir Putin. Este acto de boicot se produce en medio de tensiones internacionales y denuncias de falta de legitimidad en las recientes elecciones rusas.
El Departamento de Estado norteamericano, a través de su portavoz Matthew Miller, ha declarado que no enviarán representación alguna a dicho evento. “No tendremos un representante en su toma de posesión”, subrayó Miller ante los medios, agregando además que, aunque no consideran que las elecciones fueran “libres y justas”, reconocen a Putin como presidente de Rusia.
Canadá también se sumó al boicot, mientras que la UE anunció que su embajador en Rusia no asistirá, alineándose con la postura de la mayoría de sus Estados miembros. Sin embargo, Francia y otros países de la UE prevén enviar delegados, a pesar de las peticiones en contra por parte de Ucrania.
Las discrepancias en las respuestas diplomáticas de las potencias occidentales revelan divisiones en cuanto al trato hacia el líder ruso, especialmente después de la invasión a gran escala de Ucrania. La ceremonia se celebrará en un clima de alta tensión después de que Rusia anunciara ejercicios con armas nucleares tácticas que, en palabras de Moscú, buscan enfriar a los “exaltados” de Occidente.
Pese a que veinte Estados miembros de la UE han decidido no participar en la ceremonia, otras naciones como Hungría y Eslovaquia planean enviar un representante. Alemania ha sido explicativa en su resolución de no asistir al acto presidido por Putin.
El gobierno de Ucrania ha sido particularmente vocal en su condena, calificando a Putin de arquitecto de la invasión y negándose a reconocerle como un líder legítimo y democráticamente elegido. “Ucrania no ve motivos legales para reconocerle como presidente legítimo y democráticamente elegido de la Federación Rusa”, afirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano en un fuerte comunicado.
Putin, de 71 años, quien ha estado en el poder en Rusia ya sea como presidente o primer ministro desde principios del siglo XXI, afirmó de forma controvertida haber ganado un quinto mandato con el 87,28% de los votos en marzo. Las cifras y las circunstancias de su reelección han sido ampliamente cuestionadas por observadores internacionales y opositores políticos.
En otro frente, Rusia ha lanzado amenazas directas contra el Reino Unido, advirtiendo de posibles ataques a bases militares británicas si Ucrania emplea armamento del Reino Unido en ofensivas sobre suelo ruso. Estas tensiones escalan tras comentarios del Ministerio de Exteriores británico insinuando que Ucrania tiene derecho a atacar con armamento proporcionado por Londres.
“Vemos una escalada verbal por parte de representantes oficiales”, expresó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, al referirse a las declaraciones tanto del presidente francés Emmanuel Macron como a las del Ministerio de Exteriores británico.