La carrera presidencial peruana está anoche como para alquilar balcón. Luego de escrutarse el 89,53 por ciento de las actas, Pedro Pablo Kuczynski obtiene una muy ligera ventaja sobre Keiko Fujimori, lo que confirma los conteos a boca de urna de firmas encuestadoras que daban un empate técnico ligeramente favorable al economista, de 77 años.
Kuczynski obtiene el 50,5 por ciento de los votos válidos (7’928.500 votos) frente al 49,47 % de Fujimori (7’764.083 votos).
Ya antes se habían difundido los conteos de las encuestadoras. Según Ipsos, Kuczynski obtenía 50,5 por ciento del respaldo popular, frente a un 49,5 de Fujimori. Entre tanto, la firma GFK le otorgaba a Kuczynski 50,8, y 49,2 a Fujimori. El margen de error en ambos casos es de un punto porcentual. Solo la firma CPI le dio a Fujimori 51,1 por ciento, frente a un 48,9 para Kuczynski.En el denominado ‘conteo rápido’, las encuestadoras tienen acceso legal a las actas de votación que se van cerrando y cuentan paralelamente los resultados de una muestra representativa, antes de la difusión de las cifras oficiales.
“Todavía no hemos ganado nada. Recibimos estos resultados preliminares con optimismo y modestia, pero hay que esperar los resultados oficiales”, dijo Kuczynski en una breve alocución a cientos de seguidores concentrados frente a su local de campaña.
Kuczynski, de 77 años, exministro de Economía y próspero hombre de negocios, recibe el apoyo de la clase media alta urbana y del antifujimorismo.
Conocido como ‘PPK’, el hijo de inmigrantes europeos y favorito de los mercados financieros es un fogueado exbanquero de Wall Street, pero le cuesta conectar con los pobres, un sector clave que lo mira con escepticismo por su cercanía con los empresarios y su educación de élite.
Además, muchos creen que el apodado ‘el gringo’, por sus rasgos europeos, está demasiado maduro para gobernar. Sin embargo, a diferencia de muchos políticos peruanos, nunca estuvo vinculado a escándalos de corrupción.
“Voté por PPK porque es un hombre con experiencia, porque no tiene los antecedentes que tiene la otra candidata (Fujimori) y porque pienso que tendremos una mayor seguridad, no solo seguridad ciudadana sino seguridad en cuanto al desarrollo del país”, dijo Mario Palomino, un jubilado de 70 años.
Si Kuczynski triunfa en la contienda, tendría que negociar con Fujimori, ya que el partido de su rival tiene una mayoría absoluta en el Congreso unicameral. El economista, que toca la flauta traversa, es visto por muchos como la última oportunidad de impedir que un Fujimori vuelva al poder, ante los recuerdos de autoritarismo que dejó el expresidente Alberto. Sin embargo, el entorno de la candidata asegura que quiere limpiar su apellido.
Por su parte, Fujimori, apodada ‘la china’, busca por segunda vez convertirse en la primera presidenta en la historia de Perú, luego de haber sido derrotada en otro balotaje en el 2011 por el saliente Ollanta Humala, arrastrada por el peso de su apellido.
“Quiere limpiar el nombre de su papá, eso es bueno. A ver si lo hace bien; creo que no va a ser igualita que su papá, va a hacerlo mejor”, dijo Martín Vilchez, de 54 años, que votó por la candidata.
Una larga sombra
En esta ocasión ha buscado distanciarse de su padre, que es recordado por muchos como el hombre que acabó con la guerrilla de izquierda y sentó las bases del crecimiento económico. Ambos candidatos han prometido continuar con las políticas de libre mercado que se introdujeron en el gobierno del exmandatario Fujimori y que se mantuvieron en los tres gobiernos democráticos sucesivos en el país minero. Por eso, sea cual sea el resultado, no se esperan turbulencias en los mercados financieros.
Pese a los ajustados resultados, Fujimori salió sonriente la tarde del domingo a saludar a sus simpatizantes concentrados frente a su centro de operaciones en un hotel de Lima.
“Las cifras que vemos en la televisión nos muestran que hay un empate técnico; sin embargo, vamos a esperar con prudencia, porque toda la noche llegarán las (actas) de las regiones, del extranjero y el voto rural del Perú profundo”, señaló Fujimori.
Unos 23 millones de peruanos estaban convocados este domingo para elegir al nuevo presidente tras una larga campaña en la que hasta hace unos días la favorita era Fujimori. Las diferencias en la tendencia de voto entre las zonas rurales y las urbanas, en particular en Lima, que concentra dos tercios de los electores, aconsejan prudencia.
El fujimorismo pugna por volver al poder 16 años después de que el hoy preso padre de la candidata huyera a Japón y renunciara por fax, poniendo fin a su gobierno represor y corrupto (1990-2000).
Los apretados resultados de los conteos rápidos dejan claro que sea cual sea el resultado, el país va a salir de esta campaña electoral hondamente polarizado.
Fujimori “nos garantiza que combatirá la delincuencia. ¿Quién me garantiza que saliendo de votar no me roben? Kuczynski tira (apoya) más para los millonarios”, dijo Mauricio Quispe, un jubilado de 67 años, al salir de un centro electoral de Lima.
Entre tanto, Enrique Castillo, un empresario textil, dice apoyar a Kuczynski por estar convencido de que con él habrá “seguridad y estabilidad” e “inversión extranjera”.
La última semana fue aciaga para la candidata, de 41 años. Pese a conquistar la mayoría absoluta en el Congreso en la primera vuelta electoral del 10 de abril, Keiko Fujimori sigue suscitando el frontal rechazo de la mitad de los peruanos, que la identifican con la corrupción y las violaciones de los derechos humanos del gobierno de su padre, quien purga una condena de 25 años de cárcel.
Manifestaciones anti- Keiko, denuncias de lavado de dinero que salpican a algunos de sus colaboradores y las acusaciones de narcotráfico contra 11 congresistas de su partido frenaron las últimas semanas la tendencia creciente de la candidata. A ello se suma que la mayor parte de los aspirantes que quedaron fuera en primera vuelta le dieron su voto a Kuczynski, incluida la popular líder de izquierda Verónika Mendoza.
AFP-REUTERS-EFE
Lima