No solamente la medicina, sino además la «cariñoterapia» puede hacerte vivir tu tiempo en este mundo con mayor alegría
«Un poco de cariño puede hacer milagros cuando hablamos de recuperarnos de alguna enfermedad», asó lo expresó el Papa Francisco a un grupo de jóvenes pacientes.
«No solamente la medicina, sino además la «cariñoterapia» puede hacerte vivir tu tiempo en este mundo con mayor alegría» dijo El Papa este pasado 14 de Febrero.
El Papa llegó antes de lo previsto al Hospital Infantil de la Ciudad de México: Federico Gómez, después de su visita a Ecatepec, justo en el norte de México. La primera dama, Angélica Rivera, y 38 jóvenes pacientes con cáncer lo recibieron en la unidad oncológica del hospital.
Haciendo su recorrido por el lugar, el Papa saludó a todos los niños individualmente, regalándole a cada uno de ellos un rosario. Él le dio a uno de los niños lo que él dijo que era su propio rosario, bendiciéndolo y pidiéndole: «cuida de él por mí y reza por mí cuando puedas»
Para los jóvenes pacientes era muy difícil controlar y contener la emoción, incluso, muchos de ellos se pararon de sus sillas de ruedas para abrazar al Papa. Mientras daba su caminata por el hospital, los niños le regalaban dibujos. Una paciente sorprendió al Papa con una emotiva interpretación del Ave María de Schubert.
Agradeciéndoles por la calurosa bienvenida, el Papa dijo que estaba muy agradecido por la oportunidad de visitarlos y «compartir un poco de su vida y la de aquellos que trabajan aquí.»
El Papa brevemente compartió la historia de la presentación de Jesús en el templo y como la historia del Evangelio que trata sobre la reacción del abuelo Simeón, es una lección que enseña dos actitudes: «gratitud y bendición».
«Por mi parte – y no sólo por mi edad – siento que puedo sentirme identificado fácilmente con estas dos lecciones de Simeón”, dijo el Papa de 79 años de edad. «Entrar aquí y ver sus ojos, sus sonrisas, sus caras, me ha llenado con un deseo de dar gracias»
El Papa lanza Campaña contra la Polio
El personal del hospital le preguntó al Papa Francisco si podía ayudarlos a lanzar una campaña de vacunas contra el polio, lo cual hizo, con la cooperación de Rodrigo López Miranda, quién sólo tiene 5 años de edad. El pequeño niño abrió anchamente su boca, mientras que el Papa apretaba la medicina de un gotero y le dijo: «Ahora, trágalo«. El niño le dio las gracias con un dibujo y prácticamente se trepó a sus brazos para darle un gran abrazo.
El sentimiento de ser cuidado por alguien, y de estar acompañado es importante para la recuperación, dijo el Papa. Él mismo agradeció a los doctores, enfermeras, y a las familias presentes por su amabilidad, sensibilidad y el cuidado brindado a estos pequeños pacientes.
«La «cariñoterapia» es muy importante; algunas veces una caricia puede ayudar demasiado al momento de recuperarse», indicó el Papa
Recordando la historia de San Juan Diego, cuyo tío enfermo fue sanado por María, el Papa Francisco les dijo a los niños que «pidieran a María que les diera el regalo del don de su hijo, Jesús. Cerremos los ojos y pidámosle a ella que nos dé lo que nuestro corazón está necesitando hoy».
