A las 11:00 de la mañana, Norberto Ruiz fue sorprendido por un hombre con casco, quien sin mediar palabra le disparó en siete oportunidades, según la versión de las autoridades. En memoria de Norberto Ruiz, hoy a las 2:00 p.m. se hará una misa en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, y luego su cuerpo será llevado hacia el cementerio Tierra Santa. Norberto Ruiz era oriundo de Palmas del Socorro, tenía 57 años y gran parte de su vida la había dedicado a la ganadería. El año pasado, Norberto Ruiz fue víctima de un intento de secuestro y regresó con su familia. Norberto Ruiz, un reconocido ganadero santandereano, quien el año pasado fue víctima de un intento de secuestro, fue asesinado el pasado viernes, en el municipio de La Esperanza, Norte de Santander. De acuerdo con la información suministrada por las autoridades de ese departamento, el hombre de 57 años recibió siete disparos por parte de un hombre, quien tras lograr su cometido emprendió la huida junto a otra persona que lo esperaba en una motocicleta. Los hechos se registraron a las 11:10 de la mañana en el corregimiento La Pedregosa. “Los móviles se desconen hasta el momento. Los testigos aseguran que se acerca un tipo con un casco y le disparan en la pierna y él intenta pararse, pero se cae, y es ahí donde lo asesinan”, indicó el intendente Alquides Díaz Peñalosa, del municipio La Esperanza, quien aseguró que los videos de la cámaras de seguridad del lugar serán utilizadas para adelantar la respectiva investigación. El cuerpo de Ruiz, oriundo del municipio de Palmas del Socorro y residente en Bucaramanga, fue inspeccionado por las autoridades y trasladado ayer a la morgue, de donde fue llevado hacia la funeraria en la capital santandereana. Por su parte, la esposa de la víctima, Claudia Patricia Fernández Miranda, pidió “que agarren al asesino, preguntarle por qué lo hizo; y que Dios le dé a mi hijo mucha fortaleza para que no tome venganza. Confío en Dios en que esto se va a esclarecer”. “Nunca pidieron vacuna” Sobre posibles extorsiones, la viuda aseguró que nunca fueron víctimas de las llamadas ‘vacunas’ y que por el contrario de haber recibido amenazas de muerte a cambio de tierra o dinero, ella habría cedido. “Eso lo hicieron fue por ardidos que quedaron de la vez pasada porque no pudieron secuestrarlo y él logró escapar. Vacuna no, porque no nos molestaron”, manifestó la esposa de la víctima. Agregó que la historia de su familia se ha enlutado con otros asesinatos por intento de secuestro como es el caso de Juan Barragán Ruiz, Salomón Barragán Ruiz, lo mataron, lo quemaron y hace cinco meses y dos días mataron a un sobrino en el barrio Girardot, Gerardo”. Dijo que “no somos millonarios, pero Dios nos ha dado lo necesario para vivir y darles a nuestros hijos lo mejor y es porque tenemos una tierrita, ya somos millonarios. De qué nos sirve la tierra si ya no la podemos disfrutar”. Un hombre trabajadorSegún su familia, Norberto Ruiz “era un hombre muy trabajador, ganadero y ayudaba a la gente. Se dedicaba ahorita a su finca a pesar de lo sucedido y ya se le había advertido pero él era confiado en Dios. Amaba su tierra, su trabajo. Buen esposo, es mi amor eterno, me consentía mucho, amaba mucho a sus dos hijos y era muy entregado a su casa”, comentó su esposa. En cuanto a los hechos, la viuda narró que ese día él (Norberto) bajó solo en su jeep a La Pedregosa. “Él llegó y dejó el jeep en el taller y un mercado que él siempre me traía. Bajó a pie porque iba a esperar para hablar con el alcalde de La Esperanza, ayudaba mucho a la vereda. En ese momento se sienta a comerse una empanada y ahí fue lo sucedido”, relató Fernández Miranda. Su hijo fue quien le dio la noticia; sin embargo, solo le habían dicho que su padre estaba herido. El hombre falleció tras recibir los impactos. Se Salvó de un secuestro Norberto Ruiz no solo era conocido por ser actualmente representante de la Asociación de Expendedores de Carne de Bucaramanga, Adexcarb, sino además porque el 6 de octubre del año pasado, se había librado de un secuestro. En ese entonces, a las 4:30 del a madrugada mientras estaba en su finca en La Esperanza, hombres armados intentaron secuestrarlo. Pero su astucia y la de sus empleados, “y la ayuda del Ejército Nacional y de Dios, se logró escapar en ese momento”, recordó su esposa, para quien ese momento “fue algo difícil pero también alegre, porque todo salió favorable esa vez”… lo que no puedo decir hoy. A pesar de ese ‘mal trago’, Norberto “continuó yendo a la finca, se estaba una semana y regresaba, porque amaba su tierra y su trabajo, y confiaba en Dios”, lamentó su viuda.
