Cuatro sujetos integrantes de los grupos paramilitares de la Casa de los Castaño fueron capturados en las últimas para ser enuiciados por el desplazamiento forzado de más de 4 mil personas de las cuencas de los ríos Jiguamiandó y Curvaradó, zona rural de la región del Urabá antioqueño y chocoano.
Los aprehendidos fueron identificados como Leogardo López Duque, alias “gallito”; Rogelio de Jesús López Duque, René Palacios Caicedo e Isaías José Rodríguez Lora, quienes serán enjuiciados por los hechos ocurridos en el año 1997.
Las capturas fueron realizadas por unidades adscritas al Grupo Investigativo contra Delitos de Desaparición y Desplazamiento Forzados del CTI en zona rural del municipio de Riosucio (Chocó) y en el corregimiento Belén de Bajirá, municipio de Mutatá, zona del Urabá antioqueño y chocoano.
Un fiscal del Eje Temático de Desaparición y Desplazamiento Forzados, les resolverá la situación jurídica bajo los términos de la ley 600, indió el organismo invetigador.
Las 4 mil personas fueron desplazadas en desarrollo de la estrategia y proyecto agroindustrial de palma de aceite promovido por los hermanos Castaño Gil creadores de los grupos paramilitares.
Bajo la intimidación de las armas los Castaño se apoderaron de territorios colectivos y privados en las cuencas de los ríos Jiguamiandó y Curvaradó para cultivar palma africana.
Los habitantes de esas zonas tuvieron que huir de sus propiedades por las incursiones persistentes de los paramilitares, de cuyos grupos hicieron parte los capturados. De acuerdo con la investigación adelantada por la fiscalia, alias “gallito”, aparece como uno de los testaferros del grupo paramilitar Casa Castaño.
Vicente Castaño depositó su confianza en este sujeto para disfrazar la verdadera propiedad, en esta zona del Urabá, y de paso para cometer diversos abusos y atropellos en la zona, subrayó la fiscalía.
Entre tanto, Rogelio de Jesús López Duque, habría sido otro de los comerciantes ganaderos que el grupo paramilitar utilizó para disfrazar la verdadera propiedad y delegarle la compra de tierras en territorios colectivos, para narcotraficantes amigos de la Casa Castaño, logrando el despojo de los predios.
Por su parte, Rodríguez Lora habría servido de comisionista y despojador de tierras en las comunidades de Mancilla y Pedeguita, integrada por territorios colectivos afrodescendientes.
Igualmente, Palacios Caicedo habría fungido como comisionista en la compra de tierras en las comunidades de las cuencas de Curvaradó para las Autodefensas de la Casa Castaño, especialmente para Sor Teresa Gómez Álvarez, quien administraba varias de las propiedades de Vicente Castaño.