Está la humanidad cerca del colapso? La pregunta, que durante siglos ha sido tema de profecías, literatura y especulación científica, ahora vuelve a ser protagonista gracias al análisis de datos realizado por sistemas de inteligencia artificial (IA). Investigaciones recientes respaldadas por modelos computacionales advierten sobre una creciente acumulación de riesgos globales que, de no ser mitigados, podrían volver insostenible la vida en la Tierra, no en milenios, sino dentro de pocas décadas.
Según un compendio de estudios científicos revisados por analistas de sostenibilidad, los sistemas de IA han logrado analizar grandes volúmenes de datos que abarcan desde el cambio climático hasta variables económicas, sociales y geopolíticas, para generar proyecciones sobre el futuro de la civilización. Aunque estimar con exactitud cuándo ocurriría el “fin del mundo” es prácticamente imposible, estas herramientas han sido clave para identificar tendencias alarmantes que podrían conducir a un colapso social y ecológico antes del año 2040.
El modelo del MIT
Una de las referencias más mencionadas en esta línea de análisis proviene de un estudio pionero realizado en 1972 por científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Bajo el título Los límites del crecimiento, y publicado por el influyente Club de Roma, este modelo proyectó un posible colapso de la civilización para alrededor del año 2040 si las tendencias de crecimiento poblacional, consumo de recursos y degradación ambiental continuaban sin cambios significativos.
Aunque en su momento fue recibido con escepticismo, medio siglo después, los datos parecen validar esta advertencia. En 2021, la economista holandesa Gaya Herrington, asesora en sostenibilidad y miembro del Club de Roma, revisó las proyecciones del MIT comparándolas con datos reales obtenidos en las últimas décadas. La conclusión fue inquietante: el escenario más pesimista está en marcha.
“El modelo no era una profecía, sino una advertencia. Y todavía tenemos tiempo de actuar”, aseguró Herrington en entrevista con The Guardian. Según su análisis, el estancamiento económico podría comenzar antes del fin de esta década y, si no se toman medidas drásticas, el colapso social llegaría en 2040.
Los riesgos globales según la inteligencia artificial
Las IA no solo han reinterpretado los datos del MIT, sino que han ampliado el espectro de amenazas que podrían acelerar el deterioro planetario. Entre los factores más críticos se encuentran:
- Cambio climático: aumento de temperaturas globales, derretimiento de los polos, escasez de agua y eventos meteorológicos extremos.
- Guerras y conflictos: el riesgo de enfrentamientos nucleares o guerras prolongadas que agoten los recursos y desestabilicen sistemas sociales.
- Pandemias globales: la experiencia reciente con el COVID-19 demostró la fragilidad de las cadenas globales ante virus emergentes.
- Colapso de sistemas económicos: crisis de abastecimiento, inflación y desigualdad social extrema que pueden desencadenar caos social.
- Amenazas cósmicas: aunque menos probables a corto plazo, los modelos astronómicos también monitorean la posibilidad de impactos de asteroides o supertormentas solares.
A largo plazo, los modelos astronómicos calculados con apoyo de IA sostienen que la vida en la Tierra será insostenible dentro de unos 5.000 millones de años, cuando el Sol se expanda hasta convertirse en una gigante roja, consumiendo a los planetas interiores del sistema solar, incluida la Tierra.
A pesar del panorama sombrío, los expertos coinciden en que el futuro no está escrito. Herrington subrayó que aún hay espacio para cambiar el rumbo si las sociedades humanas adoptan decisiones informadas y sostenibles: “El modelo fue diseñado para mostrar consecuencias, pero también alternativas. Aún se puede evitar lo peor si actuamos con responsabilidad”.
La inteligencia artificial, al ofrecer diagnósticos complejos y anticipados, se perfila como una herramienta crucial para enfrentar los desafíos del futuro. Sin embargo, los algoritmos no pueden tomar decisiones: solo entregan información que debe ser usada por líderes políticos, instituciones y ciudadanos para actuar de forma consciente.
¿Qué caminos tenemos?
Los modelos de IA también han identificado posibles rutas hacia un futuro más estable. Estas incluyen:
- Inversión en energías renovables y tecnologías limpias.
- Reformas económicas que promuevan la equidad y el bienestar colectivo.
- Educación y conciencia ambiental global.
- Gobernanza internacional cooperativa frente a problemas comunes.
- Innovación científica aplicada a la sostenibilidad.
Las predicciones de la inteligencia artificial no deben verse como sentencias ineludibles, sino como llamadas de atención basadas en datos. Aunque los riesgos existen y son crecientes, también existen oportunidades concretas para revertir el rumbo. La humanidad se encuentra en una encrucijada crítica. El colapso no es inevitable, pero tampoco imposible. Todo dependerá de las decisiones que se tomen hoy.
Como lo resumió la investigadora Gaya Herrington: “El conocimiento no sirve de nada si no lo usamos para actuar. Estamos a tiempo de reescribir la historia, pero debemos empezar ya”.