El ministro de Relaciones Exteriores de China, Qin Gang, ha sido destituido de manera drástica y sorprendente este martes, luego de una prolongada ausencia de la escena pública. Su reemplazo será su predecesor, Wang Yi, en una inusual sacudida de la cúpula de la política exterior del gigante asiático.
La repentina medida fue aprobada por el máximo órgano decisorio del Parlamento chino, y se da en un momento en que el destino de Qin sigue siendo un misterio, ya que no ha sido visto en público desde hace un mes. El diplomático de carrera, de 57 años, y hombre de confianza del líder chino Xi Jinping, había asumido el cargo en diciembre, después de haber sido embajador de China en Washington.
Aunque aún no se han dado a conocer los motivos de su salida, las autoridades confirmaron que Wang Yi volverá a asumir el cargo de ministro de Relaciones Exteriores. Wang, quien desempeñó este rol entre 2013 y 2022, es actualmente director del brazo de Relaciones Exteriores del gobernante Partido Comunista, convirtiéndose en el principal diplomático de China.
Este cambio inesperado en la cúpula de la política exterior se produce en un momento crucial para China, ya que busca enmendar las tensas relaciones con sus socios internacionales tras salir de su aislamiento pandémico a principios de año.
El último avistamiento público de Qin fue el 25 de junio, cuando se reunió en Beijing con funcionarios de Sri Lanka, Vietnam y Rusia. Su ausencia de la agenda diplomática no ha sido explicada en su totalidad, y el Ministerio de Relaciones Exteriores solo adujo brevemente «motivos de salud» cuando faltó a una reunión diplomática a principios de mes.
La destitución de Qin y su cercanía con el líder Xi han generado especulaciones y preocupaciones sobre la estabilidad política del país. En el pasado, altos funcionarios chinos han desaparecido de la escena pública y luego se ha revelado que fueron detenidos para ser
en el marco de la campaña anticorrupción liderada por Xi.