La tragedia ambiental que esta semana enluta los colombianos y qué ocurrió en la localidad de Puerto Rico en el departamento de Risaralda, es otra de las evidencias de la falta de ingeniería ambiental en los procesos de construcción de vías; especialmente en vías terciarias y vías rurales en donde no se tiene en cuenta las comunidades, peor aún no se ha tenido en cuenta la gran potencialidad de estas zonas para el desarrollo económico de los municipios y los departamentos de nuestro país.
Lamentablemente en este derrumbe, un vehículo de servicio público dejo a 34 personas fallecidas, que ya no podrán vivir un diciembre con su familia y compartir momentos que pudieran recordar.
Es lamentable que la reacción de las autoridades, que nunca sido la más decorosa y eficiente frente a la prevención de los riesgos ambientales y especialmente de los deslizamientos que en esta época han llegado a paralizar departamentos enteros.
Además, con escuetos mensajes en redes sociales afirmando la tristeza, de manera cínica el presidente Gustavo Petro afirma sobre «la gran tragedia», pero lo que debemos reflexionar es: ¿qué acciones han sido efectuadas desde el poder público para solucionar los problemas de los colombianos en temas de vías y seguridad vial?
Los problemas de las vías problemas abarca el uso de varias ramas de la ingeniería como: la ingeniería civil, la ingeniería ambiental, la ingeniería de vías y el diseño de ingeniería, que son las verdaderas soluciones en intervenciones que se requieren para evitar muertos, la solución no son los mensajes hipócritas en las redes sociales.
Es hora que los ciudadanos empiezan a reflexionar y sobre todo exigir a los gobernantes, el desarrollo de proyectos reales que mitiguen los daños ambientales y que brinden seguridad a los ciudadanos.
Los procesos de deslizamientos y derrumbes en las vías nacionales, es un grave problema que no solamente genera problemas ambientales, también problemas económicos y de desarrollo de las regiones.
Debe dejarse de pensar, que la clase política nacional que ha prometido vías en las campañas electorales, tengas que hacerlo como un “regalo” a sus electores por su voto; es el deber y para eso se pagan impuestos para que los ciudadanos tengan derecho a vías adecuadas y seguras; vías que no sean para la muerte, sino que sean vías y carreteras que brinden el desarrollo social.
Por eso estimado lector, debemos ser exigentes frente a las necesidades de las vías, no solamente a nivel nacional y en algunos departamentos de Colombia, también en nuestro departamento de Santander, hay una grave crisis las vías causada principalmente por la corrupción, la falta de procesos reales en la construcción de vías, y la falta de procesos de ingeniería hechos por personal idóneo, que brinden una alta calidad y sobre todo un cumplimiento real sin sobrecostos a la construcción de estas inversiones públicas.
La solución a esta problemática en el departamento de Santander, así como también en Colombia, requiere de un compromiso real y sobre todo de veedurías que exijan resultados de alta ingeniería acorde a los costos pactados en los contratos y que hagan cumplir la ejecución de soluciones a las necesidades de las comunidades, pero también que examinen y que vigilen la alta calidad de estos procesos para garantizar vías seguras.