Para Octavio Guzmán demuestra con estas imágenes, el gobernar con el corazón, ¿debería ser un arte? Se lo preguntamos en estos instantes, ya que se lleva mas de 100 dias de la entrada de los nuevos diputados, así como de Alcaldes municipales, Ediles y Secretarios en el Cauca.
Bueno, no hay malos gobiernos, hay mal intencionados. No se puede aspirar a un esquema de progreso y desarrollo de este Bello departamento, sin una transformación plena donde la igualdad, el respeto a los derechos humanos, el acceso a los servicios básicos esté presente en cualquier rincón del Cauca .
Hoy el tema de agenda ya no es tanto las políticas públicas racionales, sino las personas que están detrás del poder político donde el ser ese gobernador donde no olvide ese niño que tenemos no permitirá ver más allá lo que realmente sucede.
Gobernar no es sólo administrar bajo un marco de normas y leyes, gobernar es desarrollar por sí mismo un sello propio donde esa mujer o ese hombre, deberá tomar sus propias decisiones en beneficio de su demarcación con impacto regional. Sin duda uno de los principales atropellos a un gobierno municipal es la nula recaudación, pero, de la misma forma, la pobreza que se ve en esos sectores donde duele que se luche o sean despojado por un pedazo de tierra para vivir pero la ley se debe aplicar, no olvidando que eso se enseñó a muchos en nuestra niñez a saber obedecer las norma aunque fuesen pequeñas.
Un concejal o un diputado, debe trabajar con referentes académicos, con buenas prácticas y con muy buena autoestima. Sin duda, el estar siempre motivado es importante para tomar conciencia de las decisiones democráticas y de su total compromiso, así como esos secretarios deben ser esos oídos y esa voz delegada para saber cómo decir la gente se puede o no se puede sin agredir el sentir de la gente, como a ese niño que se le diría hoy no.
Autoridad o funcionario que no se eduque en el desarrollo de su desempeño, está en la línea curva del fracaso, ¿por qué? Tan simple, el precio más caro que pagamos la sociedad por el abandono de la capacitación continua puede ser peor de lo que nos imaginamos, ya que vivimos tiempos en que el conocimiento técnico se ha basado en promesas excesivas sin resultados, donde olvidamos lo que aprendimos de nuestros niños a soñar, a crecer y tener esa visión que podemos ser grande y es el momento de demostrarlo en cada rincón del departamento.
Un gobernante, un alcalde, concejal, diputado o servidor público, debe tener una mente íntegramente entrenada para ser testimonio de su propia historia, de sus bondadosas acciones y asumir sus equivocaciones. Se le debe demostrar a la sociedad, al electorado, que los políticos de hoy son más resistentes a las tentaciones del dinero público y a los antiguos vicios de la corrupción.
El papel del que está detrás de la silla del escritorio, deberá quedar en el recuerdo: del que sí se pudo y al que no se puede. Hoy un sin número de alcaldes, concejales, diputados y congresistas , deben trabajar de la mano con los gobernadores, deben mostrar convocatoria y capacidad de gestión. No es mejorar la suerte del ciudadano, es tener mejores condiciones de vida para todos, sin distinción. Ningún gobernante o alcalde tiene el derecho de condenar alguna comunidad por raza, color o creencias religiosas.
Un buen gobernante no separa o distingue a la sociedad en colores o simpatías partidistas, no, lo de hoy es emprender un colectivo que sienta que el poder político de las cosas es el dialogo y el crear conciencia en todos los sectores; se debe arropar la innovación, el desarrollo de obras públicas estratégicas, atraer capitales y motivar las inversiones sostenibles.
Pues, más que presentar una respuesta integral a la pregunta, es una serie de sugerencias. El olvidar que somos niños, recordando que es era bailar un trompo , el salir a jugar escondite, las maras por esa tecnología volviéndonos ,egoístas, nos ha cambiado el ritmo de vida, en donde debemos ser más conscientes que es el momento de hacer que esos niños tengan sus sueños grandes , estimulados por aquellos que fuimos soñadores como ellos , eso lo deja claro Octavio Guzmán en cada imagen que siente la alegría de nunca olvidar ese corazón de niño que no ha perdido
Hoy la sociedad en general, se volvió más partidista de las redes sociales, cual no debemos dejar de pasar, nomás porque sí, es el momento de recordar que para gobernar se debe empezar siendo niño.