Este viernes 17 de diciembre, Kim Jong-un acumuló 10 años como jefe de Corea del Norte. Sin embargo, no se organizó una celebración, sino una conmemoración. El líder totalitario aplicó un luto obligatorio por once días, en los cuales se prohíbe la risa y beber alcohol, entre otras medidas.
Esto se debe, a que se cumple el décimo aniversario de la muerte de su antecesor y padre, Kim Jon-il, quien falleció el 17 de diciembre de 2011 por un paro cardiaco.
Las normas del país norcoreano establecen que los lutos duran una semana. Sin embargo, en este caso se aumentará cuatro días. Durante ese tiempo, los ciudadanos no podrán verse felices ni festejar evento alguno.
“Las personas tienen prohibido reír, beber alcohol o realizar actividades de ocio que puedan denotar un acto de festejo o esparcimiento”, dijeron fuentes de ese país.
Las fuentes revelaron que las fuerzas de seguridad van a realizar controles para que la decisión sea respetada. Como se recuerda, en años anteriores diversas personas han sido detenidas por encontrarse en estado etílico. Como consecuencia fueron juzgados por crímenes ideoló