La democracia del siglo XXI está llena de apariencias, mentiras, posverdades, neuro verdad, patrones públicos y escándalos favoritos. Con resignación las mayorías le definen cómo el menos malo de los sistemas y las formas de gobierno.
Los valores son el lenguaje programático de la condición humana. Aquello que aprendemos e imitamos marca para siempre la noción de lo que somos. Son los emblemas de la identidad esa firma imborrable donde jamás podrán falsificar, mejor dicho, esa huella que lleva en la mente y el corazón muchos Caucaextremo.com. El conector de nuestras tradiciones con las aspiraciones. Los valores son la energía del ser puesta al servicio de sus sueños.
Constituyen las reglas del juego de la vida destacando los patrones de comportamiento dignos del carácter ejemplar propio de la buena conducta, no como aquellos medios morrongos que quieren ahora mostrarse de bueno que a punta de mensajes de WhatsApp.. a los nuevos administradores de la comarca buscan mostrarse como el niño bueno o manipulando de algún aprendiz de la comarca que se deja manipular de aquel que muchos conocen donde ya no se caen muchos de sus mañas.
¿Eliges los candidatos por su trayectoria? ¿Buen ejemplo? ¿Probidad? ¿Idoneidad? ¿Sigues simplemente el principio de elegir al menos malo? ¿Tus elecciones están marcadas por intereses económicos, clientelistas, particulares, egocéntricos o burocráticos? La Probocracia debería ser un proceso de selección en el que el voto sea la calificación que les dan las mayorías a los mejores candidatos, algo que aprendimos con la experiencia evitando hablar con aquellos que con una charla llena de dulce paleta dañaban el existir provocando a actuar sin pensar pero se dedicaba a grabar cada detalle para después explotarlo a su antojo mostrándolo a aquellos que les daba su recompensa en el pasado , típico sicario de los medios de comunicación que no le importaba su colega sino lo que le llegaba al bolsillo en el momento algo que esta haciendo con aquel que ahora maneja su propio medio que en cualquier momento se frenara por la falta de ambición y la poco visión de empresario de la comunicación.
La probidad es la condición ideal del buen gobierno. Entendida como virtud confiere a quien le cultiva la habilidad para destacarse desde la excelencia de sus resoluciones. Probo es quien sigue sin reservas los códigos de la moralidad adoptada por la sociedad o el grupo humano con el que interactúa y con la comunidad a la que pertenece. Sin probidad el liderazgo se torna superficial, ególatra e irresoluto. El discurso es un vacío rodeado de palabras en el fondo de un precipicio llamado ignorancia.
La democracia de este siglo está llena de apariencias, mentiras, posverdades, neuroverdad, patrones públicos y escándalos favoritos que son expertos algunos mercenarios de los medios pero eso solo atacan como hienas a aquellos que siempre les ha temido porque aquellos débiles de mente que se dejan manipular tan solo les alimenta el ego para que sigan haciendo lo que ellos digan. Con resignación las mayorías le definen cómo el menos malo de los sistemas y las formas de gobierno. Esa consideración de aceptar el mal menor, es un síntoma de la victoria de la mediocridad en el acontecer social. Se requiere un nuevo enfoque en la mayoría de las actividades humanas, especialmente en todo lo que implica dinámica social e interacción, integración, vínculo o participación colectiva.
La Probocracia debe erigirse como la participación de la honradez, la integridad, la lealtad y la fidelidad en los bienes e intereses comunes. Una sociedad que elige a los probos en los cargos de elección popular y las altas dignidades estará más cerca de superar sus condiciones de existencia aproximándose a encontrar mejores niveles en la calidad de vida pensando que es la bebida o el plato de lentejas en el momento olvidándose que pronto podrán envejecer.
Pero ¿Existen probos? ¿Se atreven a ser destacados en los medios de comunicación y no mercenarios de estos ? En algunas sociedades se requieren 11 generaciones para salir de la pobreza. ¿Cuántas se requerirán para superar el mal de la mediocres, #LAENVIDIA? En ambos casos el factor clave es la determinación. Elegir los mejores no es una fantasía propia de una sociedad extraterrestre.
Poder con probidad. Es cuestión de Probocracia y no olvides que muchas veces le hacen falta mucho pelo para ese moño para imitar convirtiéndose en #laotracaradelanoticia.