Luego de más de 15 años, la Dirección de Bosques, Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS), levantó parcialmente la prohibición del tráfico de caimanes en los manglares de la bahía de Cispatá, La Balsa, Tinajoes, y sectores cercanos al departamento de Córdoba.
Después de una evaluación y monitoreo por más de 10 años, la entidad tomó esta decisión porque aseguran que hay evidencia del crecimiento poblacional de este animal. Según el organismo, se ha recuperado el equilibrio y garantiza su permanencia a largo plazo, de igual manera, el gobierno se compromete a realizar un seguimiento para evitar que la especie se vuelva a poner en riesgo de extinción.
La licencia parcial de la recolección y caza de la especie será exclusivo y restringido a sus huevos, será permitida únicamente a las comunidades de la zona que dependen del uso de la flora y fauna para su supervivencia, excluyendo a particulares y entidades ajenas a los territorios. La recolección de los huevos será controlada con incubación para el manejo de neonatos y caimanes juveniles que permitirán repoblar la especie. También para el aprovechamiento de las pieles que serán comercializadas internacionalmente pues son catalogadas como una de las más finas y de lujo en la marroquinería.