El símbolo de la unión matrimonial se convirtió para un bumangués en un verdadero dolor de cabeza, o de mano, para ser precisos, luego de que sufriera la amputación parcial de uno de sus dedos luego de que el anillo se le enredara.
El doloroso caso ocurrió este miércoles en horas de la tarde en un bus de servicio público de la capital santandereana cuando la víctima del accidente, identificada como intentó bajarse de la buseta en la que se movilizaba.
Un movimiento apresurado para descender habría hecho que el anillo que llevaba en su dedo meñique se enredara en una de las barandas de la puerta, y luego de un brusco jalón, el hombre sintió un intenso dolor y al mirar su mano la vio empapada en sangre.
Rápidamente, y con la ayuda de otras personas, aplicó un torniquete sobre la tercera falange del dedo, la única que quedaba aún a la vista tras el insólito accidente.
Luego de controlar el flujo de sangre, el hombre se movilizó hasta la Unidad de urgencias de la Clínica Comuneros donde el cuerpo médico realizó las respectivas curaciones para detener la hemorragia y realizar los respectivos análisis para determinar si es posible la reconstrucción de su dedo.
Pero algo se interponía en este propósito de los médicos. El anillo, ese que ya había echado por los aires un pedazo de su integridad, continuaba aferrado a la última falange del adolorido sujeto, razón por la cual fue necesaria la presencia de varios bomberos, quienes, con tijeras especiales, lograron cortar el metal y desprenderlo de la mano.